Ivanka Trump y un gran cambio en la Casa Blanca
La primera hija es clave en este movimiento
La relación del presidente Donald Trump con el jefe de Gabinete, John Kelly, está llegando al límite, a tal grado que la hija del mandatario, Ivanka Trump, está buscando a alguien para reemplazar al general.
“Dos republicanos de alto nivel en contacto frecuente con la Casa Blanca dijeron que Trump ha discutido sobre la elección del sucesor de Kelly en los últimos días, preguntándole a un amigo qué pensaba de David Urban, un veterano cabildero y agente político de Washington que ayudó a diseñar la victoria de Trump en Pensilvania”, reportó Vanity Fair. “Ivanka también está desempeñando un papel central en la búsqueda, realizando silenciosas pruebas de campo con las personas”.
Sin embargo, este movimiento significaría un nuevo golpe a la administración del republicano, por lo que la partida de Kelly probablemente no sea tan pronto, dijeron las fuentes, pero el tema está en el aire.
“Ivanka es la más preocupada por eso. Está tratando de hallar quién reemplazaría a Kelly”, dijo una persona que habló con ella, mientras Kelly busca quedarse un poco más que Reince Priebus.
“Esto podría ser como (el caso de Jeff) Sessions“, explicó uno de los republicanos, refiriéndose a la frustración de Trump por no poder reemplazar a su fiscal general.
La razón sobre el distanciamiento de Kelly y Trump aumentó a medida que se filtraban las noticias de sus diferencias en inmigración.
La semana pasada, según los informes, Kelly enfureció a Trump cuando le dijo a Fox News que Trump había “evolucionado” en su posición de construir un muro en la frontera sur.
Luego Kelly le dijo a legisladores demócratas que Trump estaba “desinformado” cuando hizo su promesa de campaña de construir el muro, pero al siguiente día, el mandatario refutó: “El Muro es el Muro, nunca ha cambiado ni evolucionado desde el primer día que lo concebí”.
La rectitud de Kelly tampoco es bien vista en la Casa Blanca, donde afirman que lo llaman “la Dama de la Iglesia”, además de que su actitud es calificada como si él fuera “el adulto en la sala”.
“Ese tipo de cosas vuelven loco a Trump”, dijo un republicano cercano a la Casa Blanca.