Activistas denuncian que arresto en autobuses y trenes se presta para abusos
Alegan que esa práctica atenta contra los derechos constitucionales de inmigrantes y otros ciudadanos
LOS ÁNGELES, CA – Activistas denuncian que la ley que ampara a CBP para detener a indocumentados en medios de transporte como autobuses, e incluso trenes de Amtrak, se presta para abusos y atenta contra los derechos constitucionales de inmigrantes y otros ciudadanos.
A la preocupación de los inmigrantes por la presencia de agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en autobuses de transporte público como Greyhound, ahora se suma el temor de que las autoridades fronterizas intensifiquen sus actividades en los trenes de la compañía Amtrak, que era una de las alternativas de indocumentados al no poder viajar en aviones.
Recientemente agentes de CBP han detenido a inmigrantes en medios de transporte terrestre aludiendo a una norma que les permite hacerlo dentro de 100 millas fronterizas, incluidas las marítimas, que incluyen, por ejemplo, todo el estado de Florida.
Estas acciones, no obstante, podrían ir en contra de la Cuarta Enmienda de la Constitución que protege a las personas de detenciones arbitrarias, entre otras violaciones, advirtió Chris Rickerd, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
La sospecha razonable que supuestamente utilizan los oficiales de CPB para preguntar por la documentación podría hacerse en base de un sesgo racial, argumentan los grupos civiles.
Mark Silverman, miembro del Centro de Recursos Legales para los Inmigrantes (ILRC), señaló que incluso otros pasajeros podrían verse afectados. Aseguró que se trata “de una regla anticonstitucional y mala que resulta en la invasión de la privacidad de ciudadanos estadounidenses y otros”.
Cerca de una veintena de congresistas del país también han considerado esta práctica un “abuso de autoridad y una arbitrariedad” al señalar que “socava los derechos de los ciudadanos y residentes legales”.
CBP ha señalado que por ley los oficiales de Inmigración, sin una orden judicial, pueden en una distancia razonable buscar extranjeros en cualquier embarcación dentro de las aguas territoriales de Estados Unidos y en cualquier vagón, aeronave, medio de transporte o vehículo.
En ese sentido, algunos congresistas, entre ellos Luis Gutiérrez, instaron al Congreso a realizar una revisión exhaustiva de lo que significa “distancia razonable” desde la frontera para realizar controles de transporte.
Una investigación de Families for Freedom, en los registros de detenciones en autobuses en el área de Rochester (Nueva York), descubrió que entre 2006 y 2010 unas 300 personas con estatus legal fueron detenidas erróneamente por agentes de CBP.
El miedo por los reportes de la aparición de agentes de Inmigración en los trenes en estados norteños como Washington y Nueva York llegaron hasta la frontera sur de California.
Las recientes acciones de CBP en una parada de un tren de Amtrak que viajaba hacia las Cataratas del Niagara, en Syracuse (Nueva York), a unas 100 millas de la frontera, fueron captadas en video y se esparcieron rápidamente en las redes sociales.
Jason Abrams, portavoz de Amtrak, aclaró que la empresa no exige ninguna prueba de ciudadanía para vender un boleto o para abordar el tren, simplemente una identificación válida con foto, que incluso puede ser una matrícula consular.
“Todo es culpa de este presidente (Donald Trump) y no dudamos que estas acciones se repliquen en California, un estado donde muchos trabajadores necesitan moverse en el tren”, dijo Enrique Morones, director de Ángeles de la Frontera en San Diego.
Dave Long, portavoz de la CBP en el área de Buffalo, dijo que “las acciones de cumplimiento fuera de la frontera están dentro de la jurisdicción de la Patrulla Fronteriza”.
En enero pasado las alertas saltaron cuando agentes de CBP abordaron un autobús de la compañía de transportes Greyhound en Florida y demandaron a sus pasajeros mostrar sus papeles. La acción terminó con el arresto de un inmigrante que había extendido su estancia con visa de turista.
Estas inspecciones se repitieron en días posteriores, en la misma ruta.
Morones tiene claro que las organizaciones y los mismos inmigrantes tienen las manos atadas frente a estos operativos, pero invitó a demandar los abusos.
“Tenemos que seguir denunciando estos hechos, sólo así podremos hacerles entender que no pueden abusar de su poder, y que esto les puede costar varias demandas”, aseguró.