“Gente trabajadora, asquerosa y obtusa”: Los comentarios de Einstein sobre los chinos que lo han tachado de racista

La reciente publicación de los "Diarios de Viajes" del físico alemán muestran una faceta poco conocida y controvertida de la figura de quien consideró al racismo como una enfermedad de los blancos

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Einstein ganó el Premio Nobel de Física por su teoría del efecto fotoeléctrico. Crédito: Getty Images

Cuando Albert Einstein llegó a Estados Unidos en 1946 para dar una conferencia en la Universidad de Lincoln, no solo habló de física, sino también sobre lo que consideró uno de los males más urgentes de esa sociedad: el racismo.

El físico alemán y Premio Nobel en 1921 lo calificó como “una enfermedad de blancos”.

La frase se volvió desde entonces un emblema de lo que muchos consideraron una muestra de tolerancia, aceptación de la diferencia y del otro por parte del padre de la teoría de la relatividad.

¿Pero siempre pensó así? La reciente publicación en inglés de un libro con sus anotaciones personales cuando era más joven lo ha puesto en el centro de la controversia.

Y es que en los Diarios de Viaje de Albert Einstein (Princeton University Press), que relatan sus incursiones por el “Lejano Oriente”, Palestina y España entre octubre de 1922 y marzo de 1923, el físico hace algunos comentarios polémicos sobre los países en los que estuvo.

“En ese viaje, visitó China y es ahí donde aparecen algunos de los comentarios más fuertes y perturbadores del libro, que no tienen nada que ver con la imagen que tradicionalmente tenemos de Einstein“, asegura a BBC Mundo Ze’ev Rosenkranz, el editor de la obra y director asistente del Einstein Project Paper, un proyecto del Instituto de Tecnología de California para difundir la obra del también autor de la teoría fotoeléctrica.

En el texto, algunos de cuyos fragmentos aparecieron en el diario británico The Guardian, Einstein se refiere a los chinos como “gente trabajadora, asquerosa y obtusa”, sostiene que sus niños “no tienen espíritu y parecen tontos” y critica que la población comía “en cuclillas, como hacen los europeos cuando hacen sus necesidades en los frondosos bosques”.

“Sería una pena que estos chinos suplantasen a todas las demás razas. Para gente como nosotros, el mero pensamiento es indescriptiblemente lúgubre”, opina más adelante.

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Einstein viajó por Asia con su esposa Elsa. (Foto: Getty Images)

Escribe además que no hay mucha diferencia física entre los habitantes de ese país, independientemente del sexo, y que no entiende “qué clase de atracción fatal poseen las mujeres chinas que embelesa a los hombres”.

Einstein contra China

Pero los controvertidos comentarios del físico alemán no quedaron en su visita Pekín.

Si para el Einstein de 1921, China era “una nación peculiar parecida a una manada”, de Ceilán escribió que sus pobladores vivían “en una gran inmundicia”.

En su opinión, “hacían poco y necesitaban poco”, lo que resumía como “el simple ciclo económico de la vida”.

Con Japón es un poco más benevolente y lo destaca como un país “decente”, “muy atractivo”, y formado por “almas puras como en ningún otro lugar”.

Sin embargo, tampoco falta el cometario incisivo: dice que “las necesidades intelectuales de esta nación parecen ser más débiles que las de índole artística, ¿disposición natural?”.

De acuerdo con Rosenkranz, para entender estos comentarios, hay que tener en cuenta que fueron escritos sin la intención de ser publicados y que solo intentaban ser un recordatorio de los lugares que visitó y de la gente que vio para luego compartirlo con su hijastra, que se había quedado en Berlín.

Sin embargo, en opinión del experto, muestran también una contradicción entre el Einstein íntimo y su figura pública.

“Creo que también debemos mirar el contexto en el que se escribió. Era de cierta forma, opiniones prevalecientes en esa época. Pero no eran universales y no cabe dudas de que el lenguaje utilizado es muy chocante, y que muestra una faceta muy diferente de lo que conocemos hasta ahora sobre Einstein”, sostiene.

El libro

Tampoco hay que olvidar que se han escrito estudios para dar cuenta de los valores antirracistas de Einstein, cuya imagen llegó incluso a utilizarse para una campaña de la ACNUR en favor de los refugiados.

Y que también son conocidas sus campañas en defensa de los judíos y otros pueblos que fueron víctimas del nazismo tras la llegada de Hitler al poder.

Sus diarios de viaje, es la primera vez que son publicados de forma independiente en forma de libro, según explica el también director asistente del Einstein Project Paper.

Antes habían aparecido únicamente en alemán como parte de la obra completa de Einstein en 15 tomos, que tuvieron algunas traducciones suplementarias al inglés.

“Las anteriores ediciones estaban dirigidas a un público académico. Ahora cualquiera que no sea erudito en Einstein también podrá conocer estas otras facetas de su vida como viajero y también otras aristas de su pensamiento que no son tan populares, como ésta”, señala Rosenkranz.

El editor adelanta que un nuevo cuaderno de viaje relatará las incursiones de Einstein por Brasil, Uruguay y Argentina, de la también tuvo, según el experto, algunas opiniones controvertidas.

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