Advierten de catástrofe humanitaria en Siria
BEIRUT. – Los médicos suturan heridas con hilo para coser ropa. Habitantes hambrientos se arriesgan al fuego de francotiradores o bombardeos del gobierno sirio para buscar pan o comida enlatada en las calles de la asediada ciudad de Homs.
El bastión de la oposición está siendo destruido “centímetro a centímetro” por las fuerzas del gobierno. Hay muros colapsados y edificios quemados, se informó ayer mientras los líderes occidentales y árabes esperan silenciar las armas el suficiente tiempo para llevar ayuda.
La presión para crear “corredores humanitarios” que lleguen hasta Homs, en el centro de Siria, y otros lugares atrapados bajo los ataques del presidente Bashar Assad parece ser parte de unos pasos más agresivos contra el régimen después de casi un año de derramamiento de sangre y miles de muertos en una sublevación popular.
En anuncios consecutivos, investigadores de la ONU en Ginebra informaron que una lista de posibles crímenes contra la humanidad podría alcanzar a Assad, mientras enviados internacionales en Londres -incluída la secretaria de Estado norteamericana Hillary Rodham Clinton- ultimaban los detalles de un llamado para que el presidente sirio convoque un alto al fuego y permita el envío de alimentos y medicamentos.
Europa y Washington se oponen públicamente a una intervención militar directa. Pero se multiplican las señales de que los líderes occidentales podrían respaldar los esfuerzos para abrir canales para hacer llegar suministros y armas a la oposición, que incluye a desertores del ejército sirio.
Sin embargo, Rusia -aliado de Damasco- y China se oponen a cualquier intervención extranjera en Siria.
En tanto, activistas sirios informaron el jueves que al menos 16 personas murieron en ataques perpetrados por las fuerzas de seguridad en áreas rebeldes que incluyen Hama, en el centro de Siria, y la región montañosa de Jabal al-Zawiya, en el norte.
Los Comités de Coordinación Local en Siria, una red de activistas, informaron que el número total de personas muertas era de 40, aunque no hubo confirmación de la cifra por parte de otros grupos.
Unas 30 personas -incluida la periodista francesa Marie Colvin y el reportero gráfico francés Remi Ochlik- murieron en los cañoneos del miércoles, la mayoría de ellos en el vecindario rebelde de Baba Amr, que es el centro de la resistencia en la ciudad de Homs, la cual ha estado sitiada por el ejército casi tres semanas.
El ultimátum que preparan países occidentales y árabes para Assad podría ser presentado el viernes en Túnez en una conferencia internacional sobre la crisis en Siria. Un desacato por parte de Assad podría incluso provocar mayores sanciones y aislamiento
Omar Shaker, un activista fincado en Homs, dijo que los intensos ataques alcanzaron distritos residenciales en Baba Amr otra vez el jueves, pero no hubo reportes inmediatos de fallecimientos. Agregó que el alimento, el agua y los medicamentos se están agotando peligrosamente en Baba Amr.
“Cada minuto cuenta. Las personas pronto comenzarán a colapsar por la falta de sueño y de alimento”, afirmó.