Los Ángeles aprueba la entrada de scooters en la ciudad
Habrá 3,000 de ellos en Los Ángeles y 5,000 en el Valle de San Fernando
Diciendo que el “futuro está aquí”, el concejal Joe Buscaino celebró ayer la aprobación por parte del Concilio Municipal de Los Ángeles de un programa piloto de scooters (patinetas eléctricas) en la ciudad, un tema que había creado mucha controversia.
“Los Ángeles debe crear una infraestructura multimodelo a través de toda la ciudad para reducir el tráfico, unir a la gente con el transporte público y reducir las emisiones de gases de invernadero”, dijo Buscaino, quien representa el puerto y el área oeste de la ciudad donde estos aparatos son muy populares.
El plan piloto permitirá que las empresas que cumplan con los requisitos municipales instalen 3,000 scooters por toda la ciudad, las cuales pueden ser rentadas por cualquiera a través de una aplicación de teléfono.
Los operadores podrán añadir 2,500 scooters más si las colocan en barrios pobres y 5,000 en el Valle de San Fernando.
La segunda ciudad más grande de EEUU estudiaba desde hace semanas una serie de normas para los “scooters” que han inundado la ciudad desde comienzos de julio.
El concejal Paul Koretz se había opuesto a las scooters diciendo que la gente los usa de manera indebida, creando un peligro para los usuarios y peatones.
“Habré visto cientos de patinetas solo en Beverly Boulevard, donde vivo, y no he visto aún a una sola persona usando casco ni circulando por la calzada en vez de la acera”, dijo recientemente.
De esta manera, Los Ángeles se une a Santa Mónica que creó un programa piloto de 16 meses en esa ciudad que empieza el próximo 17 de septiembre.
Bajo ese plan, cada empresa deberá pagar una cuota de $20,000 dólares, así como $130 dólares adicionales por cada scooter. Las empresas cobrarán $1 dólar por día de uso, y el dinero se destinará a mejoras en banquetas y transporte.
Por su parte, la ciudad de Beverly Hills implementó una prohibición de seis meses mientras estudia cómo regularlas.
Los scooters, disponibles también en ciudades como San Diego, Washington D.C., Dallas y Austin, alcanzan una velocidad de 15 millas por hora y pueden ser estacionados en cualquier acera cuando termina su uso.