Embargos arruinan a Stockton
En enero, una de cada 177 viviendas recibió un aviso de conficación del banco
Segunda parte de una serie de tres
STOCKTON.- El abandono de las casas embargadas es más que evidente. En algunos barrios no se observa vida humana, solo residencias vacías…desérticas.
Algunas propiedades han sido vandalizadas, blanco del grafiti, del crimen y las pandillas. Muchas han sido objeto del robo de los aparatos de aire acondicionado para vender el cobre en el mercado negro.
Unas residencias tiene avisos de los bancos que indican que están en venta; otras ni a letrero llegan pero las señales del abandono son notarias: maleza crecida, hojarasca por todas partes, botes de basura abandonados al frente.
En el mejor de los casos, algunas viviendas han sido tomadas por los indigentes. El jueves 15 de marzo, Francisco Estrada, un inmigrante mexicano de alrededor de 50 años fue encontrado muerto en una casa embargada que había invadido meses atrás y la cual usaba para dormir.
En febrero pasado, según RealtyTrac, que da seguimiento a los listados de embargos, Stockton tenía la cuarta tasa más alta de embargos en el país. En enero, una de cada 177 viviendas recibió un aviso de embargo.
Por mucho tiempo, Stockton fue considerada la zona cero o el epicentro de los embargos de la nación. En el 2007, una de cada 37 casas terminaba embargada.
Alfredo Spinor Jr., dedicado a la industria inmobiliaria, anticipa que los embargos no van a parar este año.
Desafortunadamente, dice, el acuerdo que alcanzó la procuradora del estado, Kamala Harris, con cinco bancos no ayuda lo suficiente porque no les reduce el adeudo principal. “Quienes están atrasados en los pagos de hipotecas debido al desempleo no van a poder resolver”, subraya.
Lo único bueno que está pasando ahora es que los precios de las casas se han mantenido estables.
“Para una casa de tres recamaras con dos baños, los precios andan entre 150,000 y 160,000 dólares cuando llegaron a bajar hasta 140,000 dólares”, indica Spinor Jr.
Según el portal de análisis económico Economy.com, el costo de las casas ha caído 67% desde 2005. Durante el auge de la compra de casas entre 1998 y 2005, los precios alcanzaron los 431,000 dólares para una residencia tamaño medio.
En esa época, Stockton se convirtió en la ciudad dormitorio de la Bahía de San Francisco. “Mucha gente que trabajaba en San Francisco o en esa área compró casas y sólo venía a dormir aquí. No les importaba viajar una hora y media”, cuenta Roberto Radrigan, exeditor del semanario BilingüeWeekly.
“Era asombroso como a las 4:00 y 5:00 de la madrugada había una gran cantidad de tráfico en las salidas de Stockton, ya que la gente que se iba a trabajar a la bahía”, agrega.
Muchos también compraron casas que no podían pagar. Muchos apostaban a que iba a subiría el valor de las mismas. “Había eslogans de venta por todas partes en Stockton que decían: Todos califican”, recuerda.
Así que cuando la burbuja hipotecaria explotó, las mensualidades se duplicaron y triplicaron y el cuento de hadas que había vivido la ciudad con los ingresos de los permisos para urbanización y pagos de impuestos a la propiedad se desplomó.
Y al dejar de recibir carretonadas de dinero por dicho concepto, junto al alto costo de las jubilaciones de funcionarios y empleados públicos, Stockton entró en una crisis que está a punto de llevarla a la bancarrota.
“Ahorita los locales no están comprando, por eso hay muchas casas vacías; y los bancos no están vendiendo y sólo hacen ventas cortas (short sales) para prevenir que los precios bajen más, lo que afectaría la economía y la confianza al mercado”, indica Spinor Jr.