Crece el enojo con Enrique Peña Nieto

MÉXICO, D.F.- Un movimiento ciudadano liderado por jóvenes y surgido de las redes sociales ha cobrado protagonismo en la campaña por la Presidencia de México y amenaza con minar el dominio del aspirante Enrique Peña Nieto en las encuestas.

En menos de dos semanas, el colectivo ha llegado a las calles en manifestaciones multitudinarias y elevado el tema del papel de los medios en la democracia a la campaña, que hasta ahora ha sido de las más aburridas que se recuerdan en México.

La profesora de periodismo de la Universidad Iberoamericana (UIA) Mireya Márquez dijo a Efe que ve fuerte al movimiento, sobre todo porque surgió de una “estigmatización y satanización inmediata” que los propios jóvenes se han encargado de desmontar en las redes sociales.

Todo comenzó el 11 de mayo en la Universidad Iberoamericana, cuando Peña Nieto, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Verde Ecologista (PVEM), fue abucheado con dureza por algunos estudiantes de esa institución privada, en lo que algunos analistas califican ya de “viernes negro”.

Peña Nieto escuchó reproches a su gestión como gobernador del Estado de México, en particular a la actuación policial ocurrida el 4 de mayo de 2006 en San Salvador Atenco, donde un alzamiento civil reprimido por policías se saldó con dos muertos y el arresto de más de 200 activistas.

Personas del entorno del PRI descalificaron a los estudiantes y les llamaron “acarreados” (personas que prestan apoyo político a cambio de ciertas prebendas), lo que ahondó la herida.

Los jóvenes contraatacaron con un vídeo en Youtube defendiendo su derecho a la crítica frente a quienes les llamaron “infiltrados” y “porros” (golpeador profesional), y de ahí surgió el movimiento “Somos más de 131” y la etiqueta LaMarchaYoSoy132.

Bajo esa bandera, el pasado día 18 protestaron frente a la cadena Televisa, en rechazo a Peña Nieto y a favor de un trato equitativo en medios de comunicación, y lograron que la emisora les emplazara a debatir.

Al día siguiente, esa etiqueta se convirtió en tendencia fuerte mundial en Twitter, a la vez que se registraron manifestaciones ciudadanas en una veintena de urbes mexicanas.

En la concentración de la capital mexicana se vieron pancartas como “Mexicano, despierta, ya basta” y “Peña Nieto tiene tele, pero nosotros tenemos las calles y las redes”, en un abierto desafío al partido de Peña Nieto y a algunos medios.

Márquez cree que hasta ahora en la campaña se ha visto “un discurso mediático que es bastante condescendiente con Peña Nieto”, lo que ha servido como caldo de cultivo para que se “viralizaran” las críticas de los estudiantes.

La académica y tuitera recuerda que en las elecciones de 2012 “periodistas establecidos han tenido que usar las redes sociales como una fuente de información”, una novedad que “sí le está haciendo ‘ruido’ al discurso tradicional-mediático” y está dando más fuerza a los mensajes surgidos desde las redes.

A futuro, cree probable que el poder de convocatoria de los jóvenes se desgaste, pero espera que deje “más activismo y protagonismo en las redes sociales por parte de todos los ciudadanos para compartir información”.

“Definitivamente sí creo que (el movimiento) tiene que aprovechar el gran protagonismo que está generando, para ver si hay un cambio de discurso para el próximo debate”, previsto para el 10 de junio próximo, apuntó Márquez.

En un artículo publicado ayer en el diario El Universal, el analista Gabriel Guerra señala que con este movimiento “la que parecía ser una de las campañas presidenciales más aburridas y predecibles de la historia moderna de México ya se empieza a calentar”.

El experto considera que las acciones protagonizadas por los jóvenes contra Peña Nieto, que continuarán el próximo mañana con una convocatoria a nivel nacional, no significan un tácito respaldo hacia los demás candidatos.

A las elecciones presidenciales del próximo primero de julio en México están llamados a votar casi 80 millones de personas, entre ellos 14 millones de jóvenes que ejercerán su derecho al voto por primera vez.