¿Cuidas a tu hijo o lo sobreproteges?
Analiza qué tanto dejas ser a tu pequeño y qué tanto haces las cosas por él.
Desde los primeros momentos de su vida, la salud emocional de tu hijo se basa en relación a los cuidados, atención y afecto que recibe de sus padres. Su alimentación y los juegos forman parte de su vida por lo que en base a ello es que irá formando su carácter.
Pero ¿qué sucede cuando un exceso de todo esto en lugar de traerle beneficios, le perjudica? Todo esto es a lo que los expertos le llaman sobreprotección, una de las conductas más típicas de algunos papás que sin entenderlo mucho, se rehúsan a afrontar.
Psicólogos especializados en el tema señalan que proteger a los hijos más allá de lo normal puede traerles consecuencias considerables como inmadurez, inseguridad, dependencia, debilidad, nerviosismo, timidez, poca tolerancia al fracaso y poca capacidad de adaptación.
Si estás leyendo este artículo es porque tal vez tú mismo te has hecho esa pregunta. ¿Estoy protegiendo o sobreprotegiendo a mi hijo? Piensa un poco en las actividades diarias a su lado y analiza qué tanto le dejas ser o qué tanto haces las cosas por él.
Tal vez tu hijo aún no tenga edad para tener responsabilidades, pero si es el caso, cuenta cuántas de ellas las hace y cuántas haces tú de forma natural.
Considera las siguientes tácticas para que le des oportunidades de desarrollar sus fortalezas y afrontar los problemas de su vida.
Asignarle tareas diarias.
Exigirle de acuerdo a su edad.
Darle pequeños encargos a medida que crece.
Brindarle herramientas para sus obstáculos.
Dejarle que tome algunas decisiones.
Estimularlo a que socialice.