Sheriff de LA: “Hemos respondido con responsabilidad al COVID-19 en las cárceles”
Alex Villanueva opina sobre la posibilidad de ser demandado por presuntamente no atender la crisis de salud
El sheriff del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, dijo que antes que cualquier otro estado de la nación, han respondido con responsabilidad a la crisis del COVID-19, al grado que en las cárceles locales se tiene el menor número de casos.
“Hay que ponerlo en perspectiva. El condado de Los Ángeles tiene el sistema de cárceles más grande de toda la nación, y la menor cantidad de reos infectados con el coronavirus”, aseguró.
Y citó como ejemplo: “Una sola prisión en Ohio tiene 1,850 casos. En tres prisiones de ese estado hay 2,300. En la cárcel del condado de Cook en Ohio, más de 400 han sido contagiados”.
Hizo ver que si se comparan esas cifras con las que se tienen en las cárceles del condado de Los Ángeles, es casi un milagro lo que podemos ver a nivel local.
“Encima la ACLU – Unión Americana de Libertades Civiles – nos quiere demandar cuando debería estar celebrando nuestros resultados”.
El 16 de abril, varias organizaciones como ACLU, Youth Justice Coalition, Dignity and Power Now, y varias firmas de abogados, enviaron una carta al sheriff y a la Junta de Supervisores de Los Ángeles, en la que exponen que en las cárceles del condado se ha fallado en atender la crisis del coronavirus.
Exigen cumplir con una serie de medidas como reducción de la población, mayor higiene y desinfección, cuarentena de 14 días para los nuevos detenidos, comunicación sobre el COVID-19 en varios idiomas además del inglés, entre otras.
Casos actuales
Hasta el momento, dijo el sheriff, se han reportado 26 casos de reos con el coronavirus, siete se han curado y 19 permanecen en confinamiento. Entre el personal, se han registrado 51 casos, dos de los cuales se encuentran en cuidados intensivos con ventiladores.
Una medida para hacer frente a la pandemia, ha sido disminuir la población. Se han despoblado las cárceles del condado de Los Ángeles en un 26%, desde que comenzó el virus, al dejar libres a detenidos que estaba a punto de cumplir su condena, y a aquellos que todavía no han sido juzgados, señaló.
La población actual de detenidos es de 12,269 contra 4,800 empleados.
“Estábamos sobrepoblados cuando teníamos más de 17,000 detenidos. Ahora estamos casi llegando al 100% de nuestra capacidad”, dijo el sheriff Villanueva.
Cuando se liberaron a 4,800 presos, aseguró que pudieron poner más distancia entre ellos y reubicarlos celda por celda.
“Tenemos a 1767 reos en cuarentena, eso ha hecho posible también que tengamos más espacio”.
Medidas de prevención
Enfatizó que han puesto en marcha medidas muy enérgicas para evitar la propagación del virus.
“Todos los nuevos detenidos pasan por una evaluación médica muy rigurosa. Al llegar, se les toma la temperatura y se les examina para cerciorarnos que no están afectados. Además, se les pone en observación en un lugar aparte antes de mandarlos con la población general”.
Todo el personal de las cárceles del condado usa máscaras, y cuando entran en contacto con alguien que ya está aislado por la enfermedad, usan todo el equipo de protección, incluyendo caretas transparentes, dijo.
Y dejó en claro que realizan una constante desinfección de las superficies más frecuentadas en todas las cárceles; y han colocado letreros sobre el coronavirus en español e inglés.
Desde que comenzó la pandemia, comentó que han disminuido casi a cero la transferencia de inmigrantes indocumentados a los centros de detención del Servicio de Migración y Aduanas (ICE). “Los dejamos libres, y solo entregamos a quienes realmente representan un peligro”.
No le preocupa
El sheriff Villanueva dijo que no le preocupa en lo más mínimo que ACLU lo quiera demandar por presuntamente no cumplir con las medidas que minimicen la propagación de la pandemia.
“Estamos haciendo lo humanamente posible para mantener segura a la población y a los empleados. Mantenemos la limpieza y cuando hay alguien con un síntoma, se le ofrece toda la ayuda médica y se le aísla”.
A su juicio, lo que organizaciones como el ACLU debería hacer en lugar de querer demandarlos, es preguntar a la Junta de Supervisores cómo le van hacer para apoyar a las familias que se han quedado sin empleo.
“La mitad del condado de Los Ángeles no tiene trabajo. 2.6 millones están sin salario y sin suficiente comida en sus propia casas, y no hay suficientes donaciones de alimentos. Ese es el peligro que los supervisores deben atender cuanto antes”, señaló.