La experiencia de ser enfermera viajera, una profesión con poca representación latina
Ofrece muchas ventajas: mayor sueldo, aprender nuevas experiencias hospitalarias, viajar y conocer otras culturas
En pleno repunte de la pandemia de covid-19, en diciembre pasado, Jenny Peraza y su esposo Vladimir Peraza se embarcaron en una aventura laboral que esperan les ayude a pagar su deuda estudiantil, ahorrar dinero y a cotizarse mejor como personal de salud.
Jenny, una enfermera registrada se convirtió en enfermera viajera; y Vladimir, en asistente de cirujano viajero. Ambos dejaron la comodidad de su casa en Las Vegas, para irse a trabajar temporalmente a un hospital de Portland, Oregon. Pero sus planes son recorrer todo el país como personal de salud viajero, una profesión en la que hay pocos latinos.
“Ser enfermera viajera es una oportunidad de dar la mano en otros hospitales donde nos necesitan, aprender diferentes experiencias hospitalarias y llevar con uno lo que ha aprendido por donde quiera que vaya”, dice Jenny, emocionada con su trabajo como enfermera viajera.
Desde hace 2013 trabaja como enfermera, y hace un año y medio se convirtió en una enfermera registrada.
Se define como enfermera viajera a la práctica de enfermeras registrada (RNs) que viajan a diferentes clínicas y hospitales, llenando vacantes temporales. Pueden viajar dentro del país o al exterior.
“Nosotros solicitamos trabajo a las compañías que manejan enfermeras o personal de salud viajero, y ellos hacen los tratos directamente con los hospitales, luego nos ofrecen contratos para trabajar en diferentes partes del país”, explica Jenny.
“Nos dan varias opciones de hospitales que nos necesitan; y en nuestro caso, tuvimos la suerte de que nos aceptaran en el mismo hospital”.
Dijo que ellos querían empezar su travesía como trabajadores de la salud viajeros en la costa Oeste, por eso escogieron Portland, Oregon.
“En nuestro primer contrato, mi esposo y yo vamos por 13 semanas”.
Sobre las ventajas económicas de ser enfermera registrada viajera, dice que al trabajar fuera del estado donde viven, el sueldo se duplica o triplica, pero la cifra exacta depende del costo de vida de cada lugar.
“En lugares como Hawaii puedes ganar hasta $80 por hora, mientras que en estados como Idaho y Nevada, el sueldo es bajo”.
En relación con la vivienda, dice que la compañía de enfermeras viajeras, le ofrece dos opciones: un lugar donde vivir, o darles el dinero para que renten un espacio que ellos mismos busquen”.
En su caso, dice que optaron porque les dieran el dinero para buscar un lugar cercano al hospital donde laboran y al que puedan ir caminando.
Jenny dice que su vocación por ser enfermera le vino de su madre que es enfermera asistente. Aunque antes de incursionar en el campo de la salud, fue oficial de correcciones por 6 años. Al final decidió no posponer más su llamado vocacional, y se inscribió en la escuela de enfermería.
Ella tiene 36 años, su esposo, 39. No tienen hijos.
“Queremos viajar por unos años hasta poder pagar nuestra deuda estudiantil y ahorrar, pero además para nosotros esto es una oportunidad de conocer otros estados y otras culturas”.
Dice que su esposo y ella se consideran aún jóvenes y tienen muchas ganas de conocer otros lugares y experiencias hospitalarias.
“Sentimos esa energía de movernos de un lugar a otro, y de aprender”.
Y comenta que semanas antes de que se les termine el contrato laboral, la misma asociación de personal de salud viajero, los contacta para ofrecerles otras opciones.
“Lo que he visto es que no hay muchas enfermeras u otros profesionales de salud viajeros que sean latinos”.
Piensa que se debe a que quizá a muchos les da un poco de temor dejar su zona de confort. “Pero nos gustaría mucho ver a nuestra gente en estas posiciones. Deberían intentarlo. Los hispanos lo pueden hacer. Necesitamos más representación latina”.
Puntualizó que se requiere personal de salud viajero en cualquier nivel de enfermería así como técnicos de cirugía como su esposo.
“Yo ahora estoy trabajando en el área de cirugías médicas donde llegan los pacientes recién operados, pero si covid sigue subiendo, se convertirá en Unidad de Covid”.
A un mes de trabajar como enfermera viajera, Jenny platica que la experiencia ha sido excelente.
“No me puedo quejar ni del trabajo ni de la gente. Todo el mundo en el hospital nos ha apoyado y orientado muy bien”.
El salario promedio anual para las enfermeras viajeras varía significativamente. “En promedio, ganan $76,380 con un salario que comienza en $54,550, pero puede alcanzar los más de $94,000 para quienes tienen más experiencia”.
Otra de las ventajas de ser enfermera viajera es que el salario está libre de impuestos, para que ese dinero se destine al transporte, comidas y otros gastos.
Además las enfermeras viajeras han estado en alta demanda a partir de la crisis de covid-19 y el aumento de la necesidad de cuidado de salud, lo que ha hecho que muchas personas dejen la profesión.