Pocos vecinos conocían a Jenni Rivera
La diva de la banda vivía en un vecindario de casas millonarias en Encino

Un altar improvisado frente a la casa donde vivía Jenni Rivera en Encino, un distrito del Valle de San Fernando en Los Ángeles. Crédito: J. Emilio Flores / La Opinión
En el cul de sac de una zona residencial exclusiva de Encino donde vivía Jenni Rivera, pocos vecinos conocían cuán famosa era la llamada “Diva de la Banda”.
La casa de Jenni, de nueve dormitorios, pisos de mármol y 10,000 pies cuadrados, está ubicada en una callecita privada en las colinas de Encino, y es una de las tantas residencias de la zona que se cotizan arriba de los tres millones de dólares. La mayoría de los residentes del área —un sector de la ciudad de Los Ángeles en el Valle de San Fernando— no están muy familiarizados con su música, explicó David Justin. “Pero todos respetábamos lo que hacía y sabíamos que era muy popular”.
Justin, quien vive al lado de la casa en Empanada y Encino Verde Drive, describió a la artista como una mujer muy callada y pacífica. “Supongo que en su hogar, era una persona diferente a lo que se veía en los medios”, opinó.
Justin contó que Johnny, el hijo de Rivera de 10 años, siempre salía a sacar su perrito chihuahua.
“Incluso cuando decidieron filmar su reality show en la casa, Jenni se preocupó que los vecinos estuviesen de acuerdo, y de no molestar a nadie”, comentó el vecino.
“Cuando apenas nos mudamos, todos los vecinos nos dijeron que Jenni Rivera vivía al lado de nuestra casa, pero honestamente yo nunca había oído hablar de ella”, dijo.
Justin dijo que ocasionalmente la artista hacía fiestas con música de mariachi, pero que el resto del tiempo era una vecina muy tranquila y amable que siempre saludaba a sus vecinos. Algunos fans pasaban de vez en cuando y tomaban fotos. “Muchas veces, sacaban fotos de mi casa, creyéndose que Jenni vivía aquí”, dijo.
“Probablemente ya no haya nadie en la casa, porque se llevaron todos los autos y ya nadie volvió”, señaló Justin.
La noticia del domingo alteró la habitual calma del barrio, que luego de la noticia del accidente se llenó de periodistas. “En un momento había más cámaras y reporteros que fans, recordó Justin. El vecino dijo que se habían acercado alrededor de 20 fans a visitar la casa de la artista y que probablemente la gran mayoría se habían dirigido a la casa de los padres.
El lunes por la mañana, solo un pequeño altar improvisado con un par de veladoras frente a la casa daba indicio de la tragedia acaecída a la artista, que murió en un trágico accidente de avión el domingo en México.