Darán $1,000 a 1,000 familias de bajos ingresos de Los Ángeles por tres años
El Innovador programa Breathe proporcionará espacio financiero para respirar económicamente a los más afectados por covid-19
A partir del 31 de marzo, las familias de bajos ingresos impactadas económicamente por la pandemia de covid-19 en el condado de Los Ángeles, podrán aplicar para recibir $1,000 cada mes durante tres años. Para recibir este beneficio, se seleccionarán 1,000 familias al azar, sin importar su estatus migratorio.
Esta ayuda será posible a través de Breathe, el programa piloto de ingresos básicos garantizados del condado de Los Ángeles.
Durante la videoconferencia “Innovador programa de ingresos garantizados para proporcionará a los residentes del condado de Los Ángeles, espacio financiero para respirar”, organizado por Ethnic Media Services, se dieron a conocer los detalles de este programa, que al ponerse en marcha en la urbe angelina será el más grande del país.
La supervisora Holly Mitchell dijo que Breathe hará la diferencia para el cuidado de la familia.
“Los dos últimos años, hemos tenido una pandemia doble, la de salud y la económica que ha expuesto a los angelinos que viven en una pobreza profunda y quienes están literalmente batallando para salir con los gastos cada día”.
Ese es el caso, explicó, de quienes están en riesgo de perder su casa, de los estudiantes de los colegios comunitarios que no tienen a dónde dormir y están durmiendo en sus carros, tratando de sobrevivir.
“El ingreso garantizado es una herramienta poderosa que podemos usar para combatir la pobreza y crear una recuperación más equitativa”.
Mitchell puntualizó que en los siguientes 3 años, el condado de Los Ángeles invertirá $36 millones del Plan de Rescate Estadounidense para darles $1,000 a 1,000 familias.
“En todo el país, el ingreso garantizado ha probado a largo plazo, reducir la pobreza y mejorar el bienestar de las familias que están al borde del precipicio, al darle el apoyo que necesitan para respirar con más tranquilidad”.
Añadió que espera que este programa realmente informe, eduque; y cree un cambio cultural sobre cómo administramos los programas diseñados para apoyar a las personas de una manera significativa y relevante.
“Lo que realmente hace este programa es cambiar la trayectoria en la vida de una familia y rompe la pobreza multigeneracional”.
Esta iniciativa está basada en los resultados obtenidos por la Universidad de Pennsylvania, y basado en el modelo de Stockton, con la diferencia de que esta ciudad usó fondos filantrópicos para financiar los ingresos básicos garantizados.
La supervisora Sheila Kuehl dijo que se están uniendo a otras jurisdicciones en el país que han reconocido que el ingreso básico garantizado puede mejorar las vidas de las personas, y se ha convertido en un programa probado para ayudar a quienes están a un cheque salarial de quedarse en la calle.
“Esperemos que proporcione suficiente colchón a la gente para cubrir lo que de otra manera, serían gastos devastadores”.
Y aclaró que no se trata de un acto de caridad sino de justicia y de proteger un derecho humano fundamental a la dignidad y a una vida decente. “Esa es nuestra meta para este programa”.
Dijo que las familias sabrán lo que hacen con el dinero, si lo gastan en el mercado, en la farmacia o lo usan para comprar zapatos. “Espero que esto ayude a los negocios locales y a la comunidad entera”.
El doctor Bob Ross, presidente de la California Endowment, dijo que los factores que ocurren fuera del consultorio médico como la pobreza, la falta de vivienda accesible, educación y transportación, pueden tener un impacto significativo en la salud y expectativa de vida de una persona.
“Si quieres predecir la expectativa de vida de alguien, pregúntale por su código postal. Es por eso que nos hemos involucrado y comprometido con $2,000 millones para evaluar estos programas piloto en el estado. Un millón serán para Los Ángeles”.
Y elogió a la Universidad de Pennsylvania por este programa piloto para atender la pobreza.
“Animaría a cada ciudad a ponerlo en marcha porque si Compton pudo hacerlo, las ciudades pueden y si tienen que voltear a la comunidad filantrópica, búsquenlos y comiencen, porque ha sido un éxito dondequiera”.
Carrie Miller, directora de la Iniciativa para Aliviar la Pobreza en el Condado de Los Ángeles, dijo que para ser elegibles, los solicitantes deben tener 18 años.
“Deben tener un ingreso familiar. Para una persona soltera debe ser de $56,000 o menos. Para un hogar de dos o más personas, sería el 120% del ingreso medio del área. Por ejemplo, para una familia de cuatro es de $96,000”.
Precisó que también deben haber sufrido un impacto negativo por covid y vivir en una de las comunidades de bajos ingresos.
“La convocatoria estará abierta del 31 de marzo al 13 de abril en la página web”.
Aclaró que la selección será al azar, y no tendrá nada que ver la fecha de cuándo presentaron la aplicación, siempre y cuando lo hagan dentro de la ventana de tiempo dada para aplicar.
“Para quienes no quieran aplicar en línea, tenemos una lista de centros a lo largo del condado, como centros comunitarios, donde pueden tener asistencia para llenar su solicitud en persona”.
Como parte del estudio, dijo que a la hora de aplicar, se harán algunas preguntas para evaluar la salud y el bienestar general.
“Esto no tendrá ningún impacto en la selección de las personas que van a recibir la ayuda, y será completamente confidencial”.
Para mayor información y localizar los centros donde pueden obtener ayuda con sus solicitudes, visiten la página breeze.lacounty.gov o respira.lacounty.org. También pueden llamar al 213-342-1003.
“La aplicación ha sido traducida del inglés a 20 idiomas; y las organizaciones comunitarias se han comprometido a traducirla oralmente a 30 lenguas indígenas”.
Destacó que el programa está abierto para todos, incluyendo las personas indocumentadas.
La doctora Stacia West, directora del Center for Guaranteed Income Research de la University de Pennsylvania, dijo que en el estudio de Stockton, encontraron que con el ingreso básico garantizado, la gente estuvo en mejor posición de encontrar empleos, de mantenerse más saludable mental y físicamente y pasar más tiempo con su familia.
“Esto pasó a solo un año de recibir $500 al mes. Imagínense el cambio que puede darse con $1,000 por mes”.
Así que dijo que su trabajo como investigador es evaluar el programa tanto en las personas que recibieron la ayuda como los que se quedaron fuera. “Damos tarjetas de regalo a la gente que llena nuestras encuestas y a quienes participan en las entrevistas cada seis meses”.
Agregó que analizarán las diferencias en el grupo que recibe el dinero en cuanto a vivienda, educación, empleo y salud física y mental.