Ultimátum: es sano normalizar este tipo de manipulación en la pareja, expertos explican por qué no
Las relaciones de pareja que constantemente manejan el lenguaje de la manipulación y la amenaza están propensas a romper los vínculos afectivos. Estudios demuestran que el ultimátum causa ansiedad
“No me gusta tu forma de ser, si no cambias te dejo”, es posible que muchas parejas hayan vivido una situación como la descrita, donde los ultimátum son el pan de cada día. Pese a que las relaciones de pareja no son fáciles, los expertos mencionan que este tipo de coacción no es sana.
Las relaciones acostumbradas al lenguaje de la manipulación no nacen, se hacen con el tiempo y la permisibilidad. Sugerirle a la pareja en los primeros meses de relación que cambie ciertas actitudes, gustos o conductas puede verse como un supuesto “acto de amor“, pero con el tiempo querer constantemente mantener el control y poder sobre la otra persona puede ser abuso y violencia psicológica.
Es verdad que al principio la pareja tiende a ceder ante la petición sesgada de manipulación, pero especialistas mencionan que no lo hacen porque les nace hacerlo, sino porque sienten miedo y están bajo amenaza o ultimátum de una ruptura. Lastimosamente las personas que intimidan de esta manera, escasamente tienen inteligencia emocional y comunicativa.
La amenaza en la pareja crea vínculos tóxicos
Para la psicóloga y sexóloga, María Esclapez, este tipo de relaciones se han normalizado, pero en el fondo son “vínculos tóxicos”. Cuando se controla la libertad de la persona con la que se está, y aparece la amenaza como forma para mantener el equilibrio en la convivencia esa relación deja de ser saludable.
Esclapez además cuestiona sobre lo que sucedería si la persona bajo ultimátum aceptara la ruptura. Esta reacción que no se esperaba “puede motivar sentimientos de ira y frustración por no conseguir el resultado que queríamos”, en este caso la especialista expresa que, “si no querías romper ¿Por qué emites un ultimátum?.
A nadie le agrada sentirse amenazado. El psicólogo John Gottman experto en relaciones de pareja profesor de la Universidad de Washington señala que, estas actitudes siempre traen como consecuencia “la ruptura y destrucción del vínculo afectivo”. Gottman añade que el trasfondo de una amenaza es el desprecio y la crítica, es decir que “cuando a alguien no le gusta lo que hace el otro, procede en ocasiones a la invalidación”.
El ultimátum genera ansiedad
En un estudio realizado por Harvard Medical School sobre la sensibilidad a incentivos y amenazas específicas dentro de la relación, se comprobó que las amenazas dentro de las parejas predijo un mayor índice de ansiedad e inquietud, sobre todo en las mujeres.
Por lo tanto, usar este recurso agota la existencia de la pareja y pone en puerta la separación. Es verdad que el ultimátum se puede plantear como una medida para darle oportunidad a que la otra persona cambie antes de que sea tarde, pero fuera de este contexto no es necesario y lo mejor es el diálogo de lo contrario ocasiona mucho daño emocional.
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