Salvadoreña en la lucha por salir adelante con su negocio de cuidado de la piel
Un incendio que daño parte de su equipo no la detuvo para seguir y hacer realidad su sueño de emprender
Cuando Julia Reyes vino hace 12 años de El Salvador, escribió una lista con los sueños que quería alcanzar en Estados Unidos, uno de ellos era tener su propio negocio.
“No tenía idea de qué tipo de negocio, pero sabía que debía ser en algo que me gustara y la belleza es algo que siempre me ha entusiasmado”, recuerda Julia, quien en El Salvador trabajó como empleada municipal.
Dice que al emigrar a este país, descubrió que existía esa posibilidad de crear algo suyo y siempre había estado convencida de que el emprendimiento era una forma de salir adelante.
Pero el sueño emprendedor de Julia tuvo que esperar más de 10 años.
“En esos años hice de todo. Trabajé en tiendas de ropa y en la limpieza, pero como el trabajo de housekeeping se me hacía muy pesado, pensé que era tiempo de estudiar y sacar una certificación”.
En 2021 se metió a la escuela de belleza y cosmetología de Paul Mitchell en Pasadena para ser esteticista, una persona que se dedica al cuidado de la piel y lleva a cabo tratamientos de belleza como faciales y depilación.
“Cuando me gradué, decidí poner en marcha mi emprendimiento y para eso tenía que rentar un local para hacer mis tratamientos”, dice.
Y Julia pensó en grande porque se fue a rentar un espacio en un edificio de la costosa ciudad de Beverly Hills.
Sin embargo, el gusto le duró poco porque dos meses después el área de la lavandería se incendió y se le echó a perder parte de su equipo y material.
“A la persona con la que yo estaba, ya no le quisieron rentar, y tuve que salirme y volver a empezar de nuevo”.
Platica que lo más difícil fue encontrar un lugar de renta para instalarse.
“Podía ponerlo en mi casa, pero si quería crecer, tenía que buscar un espacio comercial, solo que las rentas están imposibles de caras por todas partes”.
Por lo menos – dice – por un cuarto te piden de $2,000 en adelante.
“Lo más barato lo encuentras en las áreas peligrosas y sin estacionamiento; y si te quieres mantener en esta industria tienes que ofrecerle a tus clientas, seguridad y parqueo porque la gente cuando va por un servicio de belleza va a darse un cariño y quiere ir a un lugar donde pueda relajarse y socializar”.
Finalmente, Julia pudo encontrar un lugar en la ciudad de El Segundo en el condado de Los Ángeles; y así fue como reabrió su negocio Revolutionary Skincare.
“Me siento motivada, con muchas ganas de superarme y ayudar a las personas a mejorar las condiciones de su piel”.
Pero dice que aunque le está yendo bien y se está haciendo de clientas, no ha sido fácil porque la gente aún no logra superar la situación económica que dejó la pandemia.
“La disposición económica no está al 100%, y la gente no acude mucho a darse tratamientos de belleza, aunque merece ese regalo. Ayer tuve una clienta que nunca en su vida se había hecho un tratamiento facial y su piel estaba bien lastimada”.
Dice que después de hacerle el facial, le dijo que se sentía muy bien.
Ojalá – dice- hubiera un sistema de apoyo para los negocios dentro de la comunidad latina.
“Siento que estamos muy desorganizados y no nos apoyamos entre nosotros”.
Tampoco – comenta – el gobierno tiene un sistema enfocado en los latinos para apoyarlos en sus emprendimientos.
A pesar de todos los obstáculos, Julia dice que como latinos debemos seguir soñando en Estados Unidos y luchar por los sueños.
“Uno como mujer quiere retarse, salir adelante, ser independiente; y creo que somos una comunidad fuerte y trabajadora que debe creer en sus habilidades y crear esas redes de apoyo; y tampoco debemos tener miedo al fracaso. No existe, solamente es aprendizaje”.
Si quieres contratar los servicios de Julia, llama al 213-344-9010. También le puedes escribir a revolutionaryskincare7@gmail.com. Se localiza en el 432 de la Main Street en El Segundo, California. 90245.
En las redes sociales la encuentras en Instagram y Facebook bajo @revolutionary_skin_care