La Iglesia de México reacciona al asesinato de un sacerdote en Michoacán
El sacerdote Javier García Villafaña fue hallado sin vida dentro de un vehículo con varios impactos de bala, sin que hasta el momento se sepan las causas de este crimen
Tras el homicidio del sacerdote Javier García Villafaña, cuyo cuerpo fue hallado dentro de un vehículo con varios impactos de bala en una carretera a la altura del municipio de Huandacareo, en el estado de Michoacán, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se pronunció al respecto.
A través de un comunicado, la Iglesia pidió a las autoridades identificar y sancionar a los responsables de este asesinato, señalando que no permitirán que el delito quede impune.
“Hacemos un llamado urgente a las autoridades competentes para que realicen una investigación exhaustiva y transparente que lleve a la identificación y sanción de los responsables. No podemos permitir que este y otros actos similares queden impunes”, señala el documento.
Asimismo, los obispos mexicanos aseguraron que este tipo de acontecimientos atentan contra la paz y la justicia, además de ser un doloroso recordatorio de que el crimen organizado y la impunidad siguen presentes en la sociedad.
Pese a este lamentable hecho, el Episcopado Mexicano indicó en el comunicado que continuarán con su labor para promover la justicia, la fe y el diálogo, al considerar que son las herramientas para que se logre una verdadera transformación social.
Javier García Villafaña se desempeñaba como sacerdote de la iglesia católica en el municipio de Capacho, Michoacán. La noche del pasado lunes se informó del asesinato de un hombre sobre la carretera que conduce a Huandacareo.
Aunque en un principio las autoridades no revelaron la identidad de la víctima, más tarde se supo que se trataba del sacerdote católico, sin que hasta el momento se pueda determinar la razón del crimen ni la identidad de los responsables.
De acuerdo con la agencia AP, al menos nueve líderes religiosos han sido asesinados en México en los últimos cinco años, siendo el caso más reciente el de García Villafaña, aunque un día antes de este homicidio se registró un atentado contra el sacerdote Faustino Armendáriz Jiménez, arzobispo del estado de Durango.
Además, en junio del año pasado fueron asesinados los jesuitas mexicanos Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar en el estado norteño de Chihuahua. Un mes antes se reportó la muerte del padre José Guadalupe Rivas, que dirigía una casa de migrantes en el municipio de Tecate, en el estado de Baja California.
Sigue leyendo:
– Tierra Caliente: la región de México más mortífera para los sacerdotes debido a la violencia.
– “El Chueco”, líder criminal y presunto asesino de dos sacerdotes, poseía una lujosa casa en la Sierra Tarahumara.