Más de 1,000 trabajadores de salud evitan la huelga en LA
Trabajadores de salud de hospitales AHMC en el sur de California llegan a un acuerdo contractual provisional; avanza fuerte el movimiento sindicalista
Al menos unos 1,100 trabajadores de atención medica de primera línea en cuatro instalaciones de la Corporación de Gestión Hospitalaria Avanzada (AHMC) en el sur de California abortaron la huelga planificada de cinco día, que comenzaría el lunes 11 de marzo.
Negociadores del Sindicato Internacional de Trabajadores Unidos de la Salud en el Oeste (SEIU-UHWW) y los ejecutivos de los hospitales con fines de lucro llegaron a acuerdos contractuales tentativos en las últimas horas de las negociaciones programadas la madrugada del jueves.
El acuerdo tentativo incluye a los trabajadores sanitarios del Garfield Medical Center en Monterey Park y el Monterey Park Hospital, cuyo contrato había expirado el 31 de diciembre de 2023. La administración de Garfield Medical Center no respondió a La Opinión sobre los acuerdos alcanzados.
Los trabajadores sindicalizados también llegaron a acuerdos la semana pasada en AHMC con el Doctors Hospital of Riverside y Greater El Monte Community Hospital.
“Llegar a este acuerdo no fue fácil, pero nos mantuvimos unidos por la seguridad de los trabajadores y los pacientes, por mejores niveles de personal, salarios y beneficios justos que reflejen el trabajo que hacemos todos los días”, dijo Cheer Liv, un terapeuta del Centro Médico Garfield. “Este acuerdo garantiza una mejor atención al paciente y seguridad para nuestros pacientes y para nosotros mismos”.
Antes del acuerdo provisional, Cheer Liv había declarado que estaba acostumbrado a tener que correr de un lado a otro entre pacientes que, regularmente, están conectados a respiradores y requieren de atención constante e inmediata.
Sin embargo, debido a la falta crónica de personal, ella raza vez recibía la ayuda que necesitaba.
Este problema llevó a asistentes de enfermería, técnicos de emergencias médicas, trabajadores vocacionales autorizados y otros trabajadores de la salud a protestar contra el centro médico el martes 23 de enero, y, ante la nula respuesta de los ejecutivos hospitalarios, habían acordado comenzar una huelga de cinco días.
En base a una encuesta efectuada por Glassdoor, entre 78 revisiones anónimas, empleados de los hospitales AHMC Healthcare -que tiene entre 5,000 y 10,000 trabajadores- otorgaron tres de cinco estrellas a dichos centros médicos, cuyas ganancias anuales promedian $1,000 a $5,000 millones.
Los nuevos acuerdos son un paso importante para abordar los problemas de falta de personal y de atención al paciente que afectan a los hospitales de AHMC e incluyen aumentos salariales significativos para los cuidadores, lo que ayudará a retener a los trabajadores de la salud y abordar la crisis de escasez de personal.
Todos los acuerdos contractuales deberán ser ratificados por los trabajadores de ambos hospitales antes de que sean definitivos. La votación del contrato se realizará a finales de este mes.
El hipotético triunfo de los trabajadores de la salud sindicalistas es visto “positivamente” por Víctor Narro, profesor de estudios laborales en la UCLA.
“En 2023 hubo muchas huelgas y se ha visto renacer fuerte al sindicalismo”, dijo el catedrático, a La Opinión.
“Por primera vez, en muchos años, me siento muy positivo al ver lo que está ocurriendo en el movimiento sindical”, añadió. “Después de la pandemia, muchos trabajadores aprendieron que necesitan luchar para obtener mejor situación laboral, si quieren tener trabajos con sueldos dignos y beneficios de parte de sus empleadores”.
Víctor Narro destacó que los paros laborales de 2023, llevados a cabo por terapeutas respiratorios, auxiliares de enfermería, enfermeras vocacionales, amas de llaves, trabajadores de alimentos y empelados de registro de los hospitales de Kaiser Permanente o del St. Francis Medical Center de Lynwood, “abrieron una gran oportunidad para el sindicalismo”.
“Las industrias donde hay sindicatos, ahora estos son más fuertes y, quienes se organizan por primera vez como los trabajadores de Starbucks o los estudiantes del sistema universitario de Cal State, se dieron cuenta que pueden pelear por un empleo que les proporcione seguridad y beneficios para tener una saludable calidad de vida”, analizó Narro.
Manos a la obra
Angela Harvey, integrante del equipo negociador destacó que la serie de acuerdos ayudará a contratar más personal para el Garfield Hospital y aumentar la atención al paciente.
“Ahora, todos manos a la obra”, declaró la asistente de enfermería certificada, a La Opinión. “Todo dependerá de cómo contraten personal para el hospital”.
Aunque no pudo dar una cifra exacta del número de personas que necesitan para realizar sus funciones sin estar estresados, consideró que todo depende de cada piso y del censo del hospital.
Bajo el acuerdo tentativo, el hospital ya podría contratar a más asistentes de enfermería certificados (CNA), quienes ayudan a los pacientes a ir al baño y regresarlos a la cama.
“En un piso determinado podremos tener al menos ocho CNA para el turno de la mañana”, manifestó Angela Harvey. “Tuvimos nuestros momentos; a veces fue un poco difícil. Pero a medida que trabajamos juntos como enfermeras certificadas, como asistentes de enfermería certificadas, pudimos ayudarnos mutuamente para poder hacer el trabajo por nuestros pacientes y tratar de brindarles la mejor calidad de atención”.
Harvey aseguró que, durante las manifestaciones públicas realizadas, las vidas de los pacientes nunca estuvieron en peligro.
“No, nunca estuvieron en peligro.”, comentó. “En algunos momentos simplemente no pudimos acudir a ellos cuando llamaron; pero, cuando le explicamos a nuestros pacientes por qué no estábamos allí cuando llamaron, entendieron”.
Harvey comentó a La Opinión que, con el probable aumento de salario que tendrá, va a volver a la escuela para obtener su licencia como enfermera vocacional autorizada (LVN).
Escases de atención médica en California
El acuerdo entre el SEIU-UHWW Garfield Medical Center en Monterey Park y el Monterey Park Hospital ocurre en momentos que Estados Unidos enfrenta a una escasez de personal de atención médica que se viene gestando desde hace décadas, y la situación en California es especialmente grave.
Las proyecciones de la Universidad San Agustín para las Ciencias de la Salud muestran que al estado le podrían faltar 44,000 enfermeras registradas para 2030, además aproximadamente el 35% de los médicos del estado tienen más de 60 años, según el departamento de Información y Acceso a la Atención Médica (HCGI)/.
Esas cifras, además de las malas condiciones actuales de los trabajadores de la salud en el estado, llevaron a cientos de proveedores sindicalizados al capitolio estatal para pedir mejores accesos a la profesión y un mejor apoyo para los trabajadores de la salud en el corto plazo.
Las Asociaciones Unidas de Enfermeras de California y Profesionales Unidos de la Atención Médica están solicitando principalmente una inversión importante de 500 millones de dólares distribuidos entre 2025 y 2030 en las 77 escuelas de enfermería de colegios comunitarios de California, para ampliar sus programas.
También piden a los legisladores que aprueben un paquete de tres proyectos de ley. El Proyecto de Ley 1695 de la Asamblea reforzaría aún más el proceso al crear un curso básico de enfermería en las escuelas secundarias que podría conducir a la elegibilidad automática para un programa de colegio comunitario. El Proyecto de Ley 1577 requeriría que los hospitales brinden más oportunidades de horas clínicas para las enfermeras, y el Proyecto de Ley 1063 del asambleísta Jesse Gabriel mejoraría la supervisión de la proporción de enfermeras por paciente.
El asambleísta Gabruel, un demócrata que representa parte del Valle de San Fernando, fue el autor de la AB 1063 y dice que su apoyo a las enfermeras proviene de ver a su madre luchar en la profesión.
“Habiendo hablado con ella sobre las proporciones de personal, sobre la forma en que muchos de nuestros hospitales se centran en las ganancias por encima de los pacientes y en las ganancias por encima de los cuidadores de salud, hubo momentos en los que sintió que ir al baño durante un turno de 12 horas pondría en riesgo al paciente. Eso es inaceptable”.