Cómo sobrellevar los cambios hormonales
¿Te sientes cansada todo el tiempo? Aquí tienes algunos medicamentos y otras recomendaciones que pueden ayudarte.
By Hallie Levine
Tus hormonas (moléculas que ayudan a regular el metabolismo, la energía y otros procesos esenciales) pueden variar con el paso del tiempo. Estos cambios en los niveles hormonales pueden provocar diversos problemas de salud.
Pero hay soluciones. A continuación, te presentamos un resumen de las hormonas clave, cómo pueden cambiar con la edad, qué hacer (y qué no hacer) para mitigar los efectos negativos y cómo tu médico puede ayudarte.
Vitamina D
Posibles problemas: la conocida “vitamina del sol” es en realidad una hormona que el cuerpo produce, dice E. Michael Lewiecki, director del Centro de Investigación Clínica y Osteoporosis de Nuevo México en Albuquerque. Sin embargo, la capacidad de producir vitamina D disminuye significativamente con la edad, y los niveles bajos en la sangre (menos de 20 nanogramos por decilitro) se han asociado con un mayor riesgo de caídas y fracturas en adultos mayores.
La solución: los adultos mayores de 70 años necesitan 800 UI de vitamina D al día, según la Sociedad de Endocrinología. Debido a que es difícil obtener la cantidad recomendada de los alimentos (aunque los productos lácteos fortificados y el jugo de naranja tienen una cantidad moderada), es posible que necesites un suplemento diario. Habla con tu médico sobre lo que es mejor para ti.
Hormonas tiroideas
Posibles problemas: normalmente, a medida que envejecemos, producimos más hormona estimulante de la tiroides (TSH), que le indica a tu cuerpo que libere más hormonas tiroideas, explica la doctora Salila Kurra, endocrinóloga de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York. En algunos casos, esto puede provocar hipotiroidismo, o tiroides hipoactiva, lo que, a su vez, puede causar problemas como fatiga, somnolencia, depresión y estreñimiento.
La solución: si tus análisis de sangre rutinarios muestran niveles elevados de TSH, hazte un nuevo análisis tres meses después, dice la doctora Anne Cappola, endocrinóloga de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia. En varios casos, un nivel alto de TSH vuelve a la normalidad dentro de ese tiempo. Si no es así, tu médico debe revisar los niveles de la hormona tiroidea llamada T4 libre. Si tus niveles de T4 libre no son normales o tu TSH está elevado (generalmente más de 10 miliunidades internacionales por litro), tu médico puede prescribirte hormonas tiroideas sintéticas para tomar a largo plazo.
Hormona paratiroidea
Posibles problemas: algunas personas, especialmente las mujeres posmenopáusicas, pueden producir un exceso de esta hormona, que es importante para la regulación de los niveles de calcio en la sangre. Esto puede provocar osteoporosis.
La solución: el hiperparatiroidismo generalmente se detecta a través de los análisis de sangre rutinarios, muchas veces antes de que se presenten síntomas. Se trata con cirugía para remover la glándula paratiroidea. “La densidad ósea suele mejorar tras una cirugía exitosa”, dice Lewiecki.
DHEA
Posibles problemas: la DHEA (dehidroepiandrosterona), que ayuda a producir hormonas como la testosterona y el estrógeno, disminuye aproximadamente entre un 2% y un 3% al año después de los 30 años. A medida que disminuye la DHEA, también puede disminuir la masa muscular, la densidad ósea y la resistencia. La grasa corporal y los riesgos de enfermedades cardíacas pueden aumentar.
La solución: mantente activa regularmente, dice Cappola. Un pequeño estudio publicado en la revista Age descubrió que aproximadamente 24 minutos de ejercicio de alta intensidad aumentaba temporalmente los niveles de DHEA en los adultos mayores. Y no te preocupes por los suplementos, dice Cappola. Según un informe de la Sociedad de Endocrinología de 2023, aunque algunos estudios encontraron que un suplemento diario de 25 a 50 mg de DHEA ayudaba a aumentar los niveles de esta hormona en adultos mayores, esto no mejoró la fuerza muscular ni la calidad de vida en general.
Hormona del crecimiento humano
Posibles problemas: las investigaciones han encontrado que una deficiencia significativa de la hormona del crecimiento durante la vejez disminuye la fuerza muscular y aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. Sin embargo, aunque la producción de la hormona del crecimiento disminuye con la edad, una deficiencia “completa” es muy poco común, según el doctor Richard Auchus, jefe de endocrinología y metabolismo en el Ann Arbor VA Medical Center, en Michigan.
La solución: actividad física. Un reporte de Mayo Clinic encontró que los adultos mayores tenían un aumento temporal de la hormona del crecimiento después de hacer ejercicios de resistencia o aeróbicos de alta intensidad. Cuanto más intenso era el ejercicio, mayor fue el aumento de la hormona del crecimiento. Además, dado que la hormona del crecimiento se libera durante el sueño, es importante dormir entre 7 y 8 horas cada noche, dice Cappola. Evita los suplementos y otros productos de venta libre que prometen aumentar tus niveles de HGH, dice. La terapia con HGH está disponible con receta médica, pero está aprobada solo para algunas condiciones en adultos y “puede causar efectos secundarios importantes, como hinchazón, síndrome del túnel carpiano y desarrollo de senos en los hombres”, dice Cappola.
Hormonas suprarrenales
Posibles problemas: los adultos mayores pueden producir demasiada aldosterona y cortisol, dos de las hormonas que producen las glándulas suprarrenales, dice Auchus. Niveles elevados de aldosterona pueden aumentar la presión arterial. (De hecho, se estima que hasta una cuarta parte de las personas con hipertensión resistente al tratamiento pueden tener este problema). Los niveles altos de cortisol pueden dificultar el control de la presión arterial alta y la diabetes tipo 2.
La solución: los niveles de estas hormonas no suelen medirse a través de análisis rutinarios. Pero si tienes presión arterial alta o diabetes tipo 2 que no ha mejorado con medicamentos, Auchus recomienda pedirle a tu médico revisar tus niveles de aldosterona y cortisol con un análisis de sangre o de orina. Los niveles altos de aldosterona se tratan con medicinas como espironolactona (Aldactone), eplerenona (Inspra) o amilorida (Midamor). En el caso de niveles elevados de cortisol, que a menudo son causados por un tumor benigno en la glándula suprarrenal, suele recomendarse una cirugía para extraer el tumor. Si eso no es posible, se pueden recetar medicinas como mifepristona (Korlym) u osilodrostat (Isturisa), dice Auchus.
¿Muy poco estrógeno o testosterona?
Estrógeno: para las mujeres, la disminución drástica de la hormona estrógeno después de la menopausia puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades como las cardiovasculares y problemas como la sequedad vaginal. Mantener un peso saludable es clave, dice la doctora Cynthia Stuenkel, endocrinóloga de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego; esto puede ayudar a mantener tu corazón (y otros órganos) más saludables. Para la sequedad vaginal y los bochornos continuos, por lo general no se recomienda comenzar con la terapia de reemplazo hormonal después de los 60 años, ya que puede aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos y, si se usa por más de cinco años, de enfermedades como el cáncer de mama. En cambio, el estrógeno vía vaginal en dosis bajas se considera más seguro a cualquier edad y durante cualquier período.
Testosterona: los hombres producen menos testosterona con la edad, lo que puede contribuir a la pérdida de fuerza y masa muscular. Pero para la mayoría de los hombres, la terapia de reemplazo de testosterona no es la solución, dice Auchus. Lo que sí ayuda es una dieta balanceada, una noche de sueño completo y hacer ejercicio de forma regular. Por ejemplo, una sola rutina de ejercicios de fortalecimiento aumenta temporalmente la producción de testosterona en hombres mayores, según un informe de Mayo Clinic.
Controla tu nivel de azúcar en la sangre
Alrededor de una cuarta parte de los adultos estadounidenses de 65 años o más padecen diabetes tipo 2, mientras que más del 50% podría tener prediabetes. La hormona de la insulina es la raíz del problema. “A medida que envejeces, tu cuerpo se vuelve menos sensible a la insulina; y necesitas producir más para controlar tus niveles de glucosa (azúcar) en la sangre”, dice Cappola. Pero con la edad, tu páncreas puede tener dificultades para producir suficiente insulina, lo que puede causar prediabetes y, eventualmente, diabetes. La mejor manera de prevenir esto es mantener un peso saludable y hacer ejercicio regularmente, que hacen que tus células sean más receptivas a la insulina, dice Cappola. También es importante conocer tu nivel de azúcar en la sangre, así que habla con tus médicos para establecer el plan de pruebas que sea más adecuado para ti.
Nota del editor: Una versión de este artículo también se publicó en la edición de octubre de 2024 de Consumer Reports On Health.
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