¿Vivimos en una simulación? La gravedad podría ser la pista clave

El físico Melvin Vopson cree que la atracción gravitacional puede ser el resultado de una programación inteligente sumamente avanzada

La segunda ley de la infodinámica sugiere que la gravedad existe para mantener las partículas desordenadas agrupadas en objetos más grandes y fáciles de procesar

La segunda ley de la infodinámica sugiere que la gravedad existe para mantener las partículas desordenadas agrupadas en objetos más grandes y fáciles de procesar Crédito: Shutterstock

La idea de que nuestra realidad es una simulación no es nueva, pero el físico Melvin Vopson, de la Universidad de Portsmouth, ha propuesto una teoría que le da un giro inesperado: la gravedad no sería una fuerza fundamental, sino el resultado de un proceso computacional que busca mantener el universo organizado.

Según Vopson, la gravedad podría ser una manifestación de cómo la información sobre la materia se organiza en el universo. Utilizando la llamada segunda ley de la infodinámica, sugiere que la atracción gravitacional es una forma en que el universo intenta mantener la información ordenada y comprimida, similar a cómo una computadora optimiza sus recursos para funcionar eficientemente.

La segunda ley de la infodinámica y su implicación en la gravedad

Vopson ha desarrollado una ley llamada la segunda ley de la infodinámica, que establece que la entropía de los estados de la información en un sistema tiende al equilibrio. Esto contrasta con la segunda ley de la termodinámica, que indica que la entropía en un sistema cerrado siempre aumenta o permanece constante.

En el contexto de un universo simulado, esta ley sugiere que la gravedad existe para mantener las partículas desordenadas agrupadas en objetos más grandes y fáciles de procesar, optimizando así el uso de recursos computacionales. Es decir, los planetas, estrellas y galaxias serían “bloques” de información compactados, como si una computadora intentara guardar archivos en carpetas bien organizadas para no saturar la memoria.

Esta visión parte de la idea de que la información es el componente fundamental del universo, más incluso que la materia o la energía. Desde esta perspectiva, todo lo que percibimos como realidad sería una especie de interfaz gráfica optimizada para nuestro “usuario”, mientras que por debajo se ejecuta un código invisible que regula lo que experimentamos.

¿Qué significa esto para nuestra comprensión del universo?

Si la teoría de Vopson es correcta, implicaría que el universo funciona como una gigantesca computadora, donde la gravedad es una herramienta para mantener la eficiencia del sistema. Esta hipótesis no solo ofrece una visión radicalmente distinta del cosmos, sino que también podría abrir nuevas vías para entender fenómenos físicos hasta ahora poco comprendidos, como la materia oscura o la expansión acelerada del universo.

Además, plantea preguntas filosóficas enormes: ¿quién o qué habría programado esta simulación? ¿Con qué propósito? ¿Es posible “salir” del sistema o al menos detectarlo desde dentro?

Aunque esta teoría sigue siendo altamente especulativa y aún no cuenta con pruebas concluyentes, es un enfoque provocador que mezcla física, teoría de la información y filosofía de la existencia. Vopson no está solo en esta línea de pensamiento; otras figuras del mundo académico y tecnológico, como el propio Elon Musk, han sugerido que las probabilidades de que vivamos en una simulación son sorprendentemente altas.

Por ahora, la hipótesis de Vopson es una más en el vasto campo de ideas que intentan responder a la eterna pregunta de qué es la realidad. Pero si resulta tener razón, entonces todo lo que creemos saber sobre el universo —desde la física cuántica hasta las leyes del espacio-tiempo— podría no ser más que el resultado de una programación inteligente muy avanzada.

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