Jovencita deja atrás la cárcel para graduarse de Cal State Pomona
Vence todos los obstáculos, logra graduarse y se prepara para ir a la Escuela de Leyes

Merced Vélez vence todos los obstáculos y se gradúa de la universidad. Crédito: Advot | Cortesía
Merced Vélez, quien estuvo en un centro de detención juvenil a los 14 años y fue liberada antes de cumplir su condena por buena conducta, logró lo que parecía imposible, graduarse de la universidad.
“Me gradué en filosofía y política el 18 de mayo de Cal State Pomona. Fue algo muy emotivo porque para mí era muy difícil trabajar jornada completo e ir a la escuela al mismo tiempo”, dice Merced, quien nació en Puebla, México, y desde los tres años ha vivido en Los Ángeles entre el Este de Los Ángeles y la ciudad de Whittier.
“También fue algo muy especial porque soy la primera que se gradúa de la universidad en mi familia. Somos cuatro hermanos. No sé dónde está mi padre, pero mi madre nos crió”.
Su madre murió hace diez años, cuando ella tenía 17 años, situación la obligó a hacerse cargo del cuidado de su hermanita de tres años.
“Ella es como mi hija. Ahora tiene 11 años y está entrando a la adolescencia”.

A veces le cuesta creer que ya es una graduada de la universidad.
“Cuando estaba en el Centro de Detención Juvenil nunca pensé que iba a ir a la universidad. Me ha costado mucho hacerlo, y por eso me toma trabajo procesar todo lo que he logrado, pero me da mucho orgullo”.
Merced planear asistir a la Escuela de Leyes en Los Ángeles el año que entra.
“Estoy preparándome para obtener los puntajes más altos para entrar a la universidad que quiero”.
Revela que aún no sabe cuál sería la especialidad en leyes que escogerá.
“Me gustaría ser una abogada criminal, pero no descarto convertirme en una abogada familiar o en migración”.
Para esta joven de 27 años, la práctica legal no es algo nuevo, ya que hizo la universidad a la vez que trabajaba tiempo completo en un bufete de abogados especializado en accidentes en Beverly Hills.
“Me la pasaba yendo entre Beverly Hills y Pomona. De allá para acá, pero quiero enseñarle a mi hermana que vale la pena trabajar duro y hacer lo correcto. Fallé mucho pero la cosa es tratar y tratar y pedir ayuda”.

Recuerda que una vez estuvo a punto de darse por vencida cuando el cansancio la alcanzó.
“Un día trabajé como 12 horas. Estaba cansada y mi clase era a las siete de la mañana. No sé cómo me quedé dormida en la clase. Pasaron como dos horas y cuando desperté, yo era la única en el salón. Las luces estaban apagadas. Todos se habían ido. Nadie me dijo, ya terminó la clase. Me dejaron sola en un salón vacío y oscuro”.
Dice que se sintió muy triste y empezó a llorar.
“Me sentí muy sola, pero luego me hablé a mí misma como siempre lo hago, y me dije, si has llegado hasta aquí, tú puedes seguir adelante y terminar el semestre. Fue un momento difícil”.
Merced fue beneficiaria del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), pero al fallecer su madre, calificó para un alivio migratorio por ser una niña abandonada.
En la actualidad es residente permanente, y el próximo año, espera naturalizarse ciudadana estadounidense.

Advot cambiar su vida
En 2014, Merced celebró sus quinceaños recluida en un centro de detención juvenil, y por esa época , reconoce que tenía dificultades para comunicarse.
Sin embargo, tras participar en el programa Ripple de la organización no lucrativa Advot, pudo encontrar su voz y forjar vínculos significativos con mentores que no solo la guiaron durante su encierro sino que la inspiraron a continuar su educación.
“Advot era un programa no religioso que se ofrecía en el centro. Ellos me enseñaron a comunicarme y a saber pedir ayuda; y luego me conectaron con mentores que me inspiraron a seguir adelante, gente con carrera que llevaban una vida correcta, y me explicaron cómo llegaron ahí”.
Pero además – dice – que la ayudaron a pagar sus estudios.
“No estaría aquí sin ellos. Es duro trabajar, ir a la escuela y cuidar a un niño”.
Añade que unirse al programa Advot lo cambió todo.
“Advot me ayudó a entender que podía lograr muchas cosas”.

Naomi Ackerman, fundadora y directora ejecutiva de Advot afirma que siempre le dice a sus estudiantes que no se crean menos.
“¡Son más! ¡mucho más! y Merced es un ejemplo de ello. Pueden cambiar. Pueden crecer. No importa de dónde vengan. Pueden llegar a lugares que creyeron inalcanzables y sentirse plenamente identificados”.
Advot es una organización creada en 2011 que utiliza el poder de la exploración artística para empoderar a los jóvenes a encontrar su voz y convertirse en defensores valientes y efectivos.
En octubre de 2016, Merced fue distinguida con el Premio al Valor Barbara Yaroslavsky por su valentía para cambiar y luchar por una vida mejor. También recibió una carta de reconocimiento especial de Michelle Obama y una computadora portátil.
En 2024 participó en el podcast de Advot “Jueves en el reformatorio”, que cuenta las historias de personas que fueron encarceladas y transformaron sus vidas.