Tras absolución de Zimmerman piden justicia para convicta
Marissa Alexander, víctima de violencia doméstica, disparó una bala contra la pared de su residencia en Florida para, alegadamente, espantar a su esposo y fue sentenciada a 20 años de cárcel
Marissa Alexander, una madre de Florida, disparó una bala contra la pared de su residencia, en el 2010, para, alegadamente, espantar a su esposo en medio de un altercado de violencia doméstica. La bala no hirió a nadie. Aunque los abogados de la mujer alegaron defensa propia y trataron de amparar su defensa en la ley “Stand Your Ground”, aplicable en ese estado, los intentos fueron infructuosos. Un juez la sentenció, el 11 de mayo de 2011, a 20 años de cárcel por los hechos.
El exvigilante George Zimmerman, acusado de dispararle al joven afroamericano Trayvon Martin en Sanford, fue absuelto por un jurado de los cargos de asesinato en segundo grado que pesaban en su contra. En el altercado en el que se vio involucrado el sujeto murió el menor afroamericano que estaba desarmado. Aunque los abogados no se acogieron el estatuto como parte de su defensa, el juicio estuvo matizado por referencias a la ley.
Tras el veredicto de no culpabilidad contra Zimmerman, las comparaciones entre los casos no se han hecho esperar. En redes sociales, varios fotomontajes muestran las diferencias y similitudes entre ambos procesos y plantean cuestionamientos sobre la decisión a favor del exvigilante.
Quienes creen en la inocencia de la mujer también han reforzado su campaña haciendo referencia a la página www.justice4marissa.com.
En una entrevista concedida a CNN en el 2012, la mujer dijo que hizo lo que pensó que era pertinente para evitar un ataque de su pareja y que fue en defensa propia.
Por su parte, la hermana de la convicta Helena Henkins dijo a la misma cadena que la sentencia impactó a la familia. “Cuando oí que la moción fue rechazada, perdí la fe en el sistema de justicia…especialmente cuando el veredicto fue establecido. Fue impactante para mí, me preguntaba por qué no aplicó al caso de mi hermana”, dijo Henkins en referencia a la controversial ley.
Pero el caso de Alexander, que fue acusada de agresión agravada, se evaluó bajo la legislación conocida como “10-20-Life” que impone sentencias mandatorias por convictos que cometan un crimen utilizando un arma.
De acuerdo con la página del Departamento de Corrección de Florida, el estatuto establece que “disparar un arma durante un crimen implica una sentencia mínima mandatoria de 20 años”.