Más saqueos tras protesta policial en Argentina

Mientras policías de Argentina protestan en siete provincias exigiendo un aumento salarial, una ola de saqueos se ha registrado dejando un saldo de cuatro muertos y decenas de heridos

Unos 300 miembros de la Policía de Santa Fe acompañados por sus esposas y familiares permanecían hoy, lunes 9 de diciembre de 2013, frente a la Casa de Gobierno provincial para reclamar un incremento salarial.

Unos 300 miembros de la Policía de Santa Fe acompañados por sus esposas y familiares permanecían hoy, lunes 9 de diciembre de 2013, frente a la Casa de Gobierno provincial para reclamar un incremento salarial. Crédito: EFE

BUENOS AIRES.- Al menos siete provincias argentinas eran el lunes escenario de protestas de grupos de policías en reclamo de aumentos salariales, lo que en algunas localidades desencadenó el saqueo de comercios.

Desde hace cerca de una semana, cuando se produjo una ola de asaltos a negocios de la ciudad de Córdoba en coincidencia con una huelga de policías que exigían un aumento de sueldo, se produjeron protestas similares en otros distritos que han causado cuatro muertos y decenas de heridos. La última víctima fatal se produjo el domingo por la noche durante un saqueo en la ciudad de Concordia, 430 kilómetros al norte de Buenos Aires.

El jefe de Gabinete Jorge Capitanich informó que la persona fallecida, que no fue identificada, murió electrocutada y más de 20 resultaron heridas mientras irrumpían en un comercio de Concordia, situada en la provincia de Entre Ríos. Los comercios de la ciudad cerraron sus puertas por miedo a ser víctimas de otros hechos vandálicos.

Al referirse a ese y otros incidentes similares, Capitanich dijo que responden a “acciones intencionadas de grupos que pretenden generar caos y zozobra”.

El gobierno monitorea la situación en cada una de las 24 provincias para asegurar “la protección ciudadana”, señaló el funcionario, y dispuso la intervención territorial de la policía de fronteras, los guardacostas y la policía federal “para salvaguardar el orden público”.

Capitanich dio a entender que los mismos agentes instigarían los actos vandálicos.

“El modus operandi es prácticamente similar en todos los lugares y a su vez la acción colateral de los saqueos también puede imaginarse como una acción urdida por los grupos de protesta”, sostuvo en conferencia de prensa en la casa de gobierno.

Capitanich explicó que las protestas están asociadas “a grupos autoconvocados, en muchos casos exonerados y en otros personal subalterno” que “teóricamente” tienen la “anuencia de jefes y oficiales”. A su vez no hay “personería unificada en el proceso de negociación, con lo cual cada cual reclama para sí cualquier tipo de cuestión”, señaló.

El funcionario admitió que no es posible identificar a los responsables de los hechos aunque existe una investigación profunda en curso “para identificar a aquellos que actúan para promover estos procesos de desestabilización”.

“Este es un hecho (el de los saqueos) que no se advertía en 30 años de democracia”, dijo Capitanich. Señaló que habría “una intencionalidad política para provocar una mala caricatura de una dictadura que hemos vivido los argentinos”. El martes el gobierno celebrará en Buenos Aires con un acto la restauración democrática en 1983, después de siete años de régimen militar.

El funcionario advirtió que “algunos aspectos (de las huelgas de policías) pueden encuadrarse en el delito de sedición” y sostuvo que todas las negociaciones sobre aumentos salariales se concretaron a lo largo del año. La inflación en Argentina está en torno al 25% anual, lo que obliga a la actualización periódica de sueldos.

Por su lado, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, se manifestó convencido de que existe “instigación política” detrás de los reclamos policiales que derivan en hechos de saqueo y sostuvo que, en el caso de Concordia, se trató de un “puñado de 50 suboficiales, la mayoría con malísimos antecedentes”.

Los saqueadores robaron electrodomésticos y otros artículos para el hogar, como colchones, según las imágenes que reprodujeron los canales de televisión.

Un comercio de artículos electrónicos fue saqueado también el domingo por la noche en la localidad de Barranqueras, en la provincia norteña de Chaco, al tiempo que desconocidos intentaron asaltar supermercados en la cercana Resistencia, capital provincial, dijeron medios de prensa.

Por otro lado, una docena de negocios fueron saqueados en Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de la capital argentina, luego de que más de un centenar de policías de la provincia de Buenos Aires se acuartelaron en las comisarías de esa ciudad costera para reclamar mejoras salariales y laborales. Unas 17 personas fueron detenidas.

El alcalde de Mar del Plata, Gustavo Pulti, pidió “a las grandes superficies comerciales, a los supermercados, que no abran sus puertas”.

“Pedimos $12,500 pesos (unos $2,000 dólares) de bolsillo, porque no se puede vivir más con un salario de $4,500 ($725 dólares) o $4,800 ($774 dólares). No nos movemos de ahí; de otra manera, seguiremos con la protesta”, advirtió Nicolás Massi, secretario general del sindicato de agentes de la provincia de Buenos Aires, a la radio Rock&Pop.

En tanto, agentes policiales de franco acompañados por efectivos retirados se concentraron frente a la sede del Comando de Patrullas y Prevención de la ciudad de Corrientes, 1,040 kilómetros al norte de Buenos Aires, para sumarse a los reclamos por mejoras de sueldo. El gobernador correntino, Ricardo Colombi, anunció un plus de unos 50 dólares por única vez a pagar en enero tanto para policías como para el resto de los trabajadores públicos.

Por su lado, unos cien policías de San Miguel Tucumán, 1,200 kilómetros al norte de la capital, se acuartelaron junto a sus familias en una dependencia de la fuerza para reclamar un sueldo neto de cerca de $2,000 dólares. Al mismo tiempo, policías que están de franco tomaron la jefatura de la fuerza en San Salvador de Jujuy, 1,650 kilómetros al norte de Buenos Aires, en reclamo de mejoras salariales.

El viernes, agentes de la provincia norteña de Catamarca, de Santa Fe y de las sureñas de Neuquén y Río Negro se declararon en huelga, lo que motivó a las autoridades a iniciar negociaciones con los acuartelados para que cesen las protestas. De los cuatro distritos, en Santa Fe los reclamos continuaban el lunes.

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