Migrantes vigilantes
Clubes de oriundos buscan revisar cuentas de alcaldes
MÉXICO.Emigraron, pero sus familias siguen en México. Viven en Estados Unidos pero financian obras públicas y empresas en sus comunidades; por ello, representantes de los clubes de oriundos y familiares de paisanos crearán en México observatorios de transparencia binacional.
Pretenden principalmente instaurar comités y consejos ciudadanos “con poder de decisión, supervisión y evaluación” sobre las políticas que afecten a los suyos en ambas naciones.
“Buscaremos la forma de participar desde ahora con los mecanismos legales que existen y presionaremos para que se incluya nuestra participación efectiva a través de la legislación”, dijo José Luis Gutiérrez, activista de la National Alliance of Latin American and Caribbean Communities (NALACC) de la Asamblea Popular de Familias Migrantes (APOFAM).
El pasado fin de semana la (APOFAM) acordó impulsar como estrategia “la participación activa” de los ciudadanos en la vida pública y comenzar por los funcionarios de gobiernos locales.
“Queremos que los recursos los administre no sólo el municipio sino que haya formas de limitar cualquier mal uso porque hasta hora los contralores sí monitorean y sí supervisan, pero el presidente municipal no les hace caso”, destacó Efraín Jiménez, representante de la Federación Zacatecana.
“Una forma de poner dientes a los comités de obras sociales sería a través de una cuenta mancomunada con representantes civiles para que, si algo va mal, no proceda el uso del dinero”, dijo.
La ventaja de los organismos binacionales de vigilancia, señala Gutiérrez, es su independencia financiera y política. “Nuestro futuro económico no depende de estar bien con los políticos locales y por eso creemos que podemos apoyar en una rendición de cuentas más apegado a derecho”.
Para los representantes migrantes se trata de un asunto de responsabilidad compartida, tal como ocurrió con la formación de los grupos de autodefensas en Michoacán, explica el representante de NALACC.
“Los migrantes en Chicago tenemos una relación muy estrecha con el club Cherán el primer grupo que se rebeló contra los Templarios y hace muchos años hemos ayudado en actividades para la recaudación de fondos, ayudado en la lucha por la protección de sus bosques y comunidades”.
