Ser bailarín es su pasión

A sus 17 años, Uriel Ramírez tiene grandes aspiraciones profesionales.

El ser uno de los ganadores de la Fundación Nacional de Artes Juveniles, o National Young Arts Foundation, le han dado esa motivación extra para luchar por sus sueños.

“Quería hacer maestro de historia pero después de la experiencia en Miami, me enseñaron a seguir soñando y no dejar el arte a un lado”, dijo tras su triunfo en la temporada pasada de esta organización que contó con 11 mil aspirantes.

Y sin pensarlo dos veces, compartió su meta.

“[Pertenecer a] El Ballet Folklórico de Amalia Hernández, ese es uno de mi sueños, pero me falta crecer un poco porque tengo que medir como 5 [pies], 11 [pulgadas] o quiero asistir a la Universidad de Colima o la de Veracruz por su enfoque en el baile folclórico”, comentó emocionado durante un receso escolar.

Criado en Norwalk, el joven mexicoamericano siempre ha tenido el apoyo de su familia para preservar su cultura, especialmente de su padre Manuel Ramírez.

“A mi papá siempre le gustó bailar y cuando se vino de México formó un grupo y me metió a bailar desde chiquito. Y siempre me ponía a hacer shows. Desde ahí me gustó hacer el baile de los machetes”, recordó agregando que este pasatiempo inició a sus cuatro años de vida.

El segundo de cuatro hijos de una pareja, originaria de Guanajuato, también asiste a la conocida Preparatoria de Artes del Condado de Los Ángeles (LACHSA), donde toma cursos académicos hasta el mediodía y la parte posterior que concluye a las 4 p.m. está dedicada a las artes.  Por este aprendizaje, ahora también tiene interés por dedicarse al baile moderno y al ballet.

“Necesitaba aprender de técnica”, dijo agregando que en este plantel al que se ingresa solo tras pasar por una serie de pruebas de talento también le han inculcado mucha disciplina.

Por eso a él le gustaría motivar a otros jóvenes latinos a explorar el mundo de las artes.

“Siempre hablamos de eso con mis amigos aquí, de que necesitamos más latinos en esta escuela. Por eso también, me gustaría dar clases en esta escuela”, expresó. “Creo que la parte de que tienen que audicionar los espanta”, agregó en su intento para invitar a otros jóvenes a participar en la convocatoria nacional de la fundación, cuyas solicitudes serán aceptadas hasta el 16 de octubre.

Ramírez también se encuentra activo participando en encuentros y competencias de baile folclórico además de mostrar sus habilidades con la compañía Pacifico Dance Company y el grupo local Eterna juventud, en el que también ayuda a su padre a crear coreografías para el grupo de integrantes de todas las edades.

“A mí, mi papá me dice: ‘No temas de que los ‘gringos’ tengan el dinero y toda la fama. Nosotros también podemos hacerlo pero necesitamos tomar riesgos y no parar, siempre continuar’. Necesitamos tener a más latinos en las artes para demostrar que pertenecemos también a este país”, aseguró.

Hasta el momento no ha competido en México pero está dentro de sus planes, ya que ahora está seguro que dedicarse al baile “puede ser una profesión” de tiempo completo.

“Me gustaría ir a México para entrenamiento y luego hacer una gira allá. Después, regresar aquí para establecer mi compañía para explorar todo lo [del baile] moderno y el folclórico. Quiero tener mi compañía de ballet folclórico y baile moderno en este país”, aseguró con una sonrisa tímida de su plan de largo plazo.

Una competencia única

Jóvenes con habilidades o intereses artísticos entre los 15 y 18 años de edad, o que cursen el décimo al doceavo grado de preparatoria, pueden enviar sus solicitudes para ser considerados en la competencia del National YoungArts Foundation.  Las disciplinas consideradas en este competencia nacional son artes cinematográficas, danza, diseño, jazz, música, fotografía, teatro, artes visuales, voz y escritura así como palabra hablada. El formulario y otros detalles están en http://www.youngarts.org/apply.