Las fotos de Snapchat no desaparecen realmente

“Mándame una foto sexy por Snapchat que eso se borra ahí mismo”, dijo él. Sií, cómo no.

Yo no soy (en lo más mínimo) un genio de la informática. Mientras mi cerebro entiende con bastante claridad cómo funcionan el interior de Chica Fresh, mi blog y puedo hacer deducciones lógicas de ciertas aplicaciones, yo de algoritmos de programación no entiendo nada. Lo que sí sé, desde chiquita, es que las cosas que existen (se pueden ver o tocar) no desaparecen en la nada así porque sí. Aún más, iCloud es un storage virtual que existe en el ciberespacio y aunque no puedo verlo, sé que existe porque guarda un montón de documentos más o menos preciados para mí. Es por eso mismo que le tengo un gran nivel de desconfianza (además de poco interés) real a aplicaciones como Snapchat que prometen que las fotos sólo existen momentáneamente.

Y si crees que tus fotos íntimas y tus videos de borrachera estaban a salvo en el agujero negro de Snapchat, sólo porque no eres una celebridad, think again querida: de acuerdo al diario The Guardian las fotos y videos de más de 200,000 usuarios de la aplicación se compartieron con la comunidad de Internet después de que los hackers habían advertido que esto pasaría, y es que aparentemente no hay seguridad que estos genios del cyberspace no puedan traspasar.

El asunto fue así: el grupo de nerds que son los hackers accedieron a la base de datos de Snapsaved.com -un servicio que permitía los más de 100 millones de usuarios mensuales de Snapchat, ver los mensajes desde sus computadoras y que desde el leak ya no está disponible-, se robaron las imágenes y las pusieron a circular en Internet para que quien las vea haga con ellas lo que más le plazca. Inmediatamente representantes de la aplicación salieron a defenderla diciendo que Snapchat en sí misma no ha sido hackeada y que los usuarios fueron “víctimas por su propio uso de otras aplicaciones”. Es decir, se lavaron las manos.

La realidad es que los usuarios “confían” en las aplicaciones que prometen que los mensajes compartidos “desaparecerán” después de unos segundos, pero no toma mucho hacerse la pregunta de ¿cómo exactamente “desaparecen”? O mejor aún, ¿dónde quedan guardados? (Sí, siempre quedan en algún lado).

Por otro lado, también es nuestra responsabilidad leer la letra menuda de los servicios que ofrecen las aplicaciones y tomar en cuenta puntos como que, a principios de este año, Snapchat tuvo que negociar con la Federal Train Comission después de que le acusara de mentir sobre el tiempo que los mensajes están disponibles para los usuarios que los reciben, así como sobre la cantidad de información personal que la aplicación guardaba de sus usuarios… sin el consentimiento de éstos. Basically, if you don’t want it public, don’t put it online.

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