Padres e hijos zacatecanos tardan décadas en reencontrarse

Las finas gotas de lluvia que caían sobre Los Ángeles se mezclaron con las lágrimas de felicidad que inundaron a los hijos, al reencontrarse con sus padres a quienes no habían visto, algunos de ellos desde hace más de 25 años, debido a la falta de documentos legales, que les impide salir del país.

Más de 35 padres, todos ancianos, hicieron un largo viaje de dos días en camión desde Zacatecas, México para reunirse con sus hijos en la Casa del Zacatecano de Los Ángeles.

Llegaron ayer por la tarde y fueron recibidos entre lágrimas, abrazos y sonrisas por decenas de familiares que los esperaban ansiosos.

“Salimos a las 4:30 de la mañana del lunes pero con la alegría de ver a nuestras hijas, el viaje no se nos hizo cansado”, dijo María Isabel Carlos de 65 años, quien junto con su esposo, Rodolfo Sierra Márquez, de 66 años, se encontraron con sus hijas Angélica y Esmeralda Sierra a quienes no veían desde hace 16 y 15 años, cuando dejaron Zacatecas para venir a Los Ángeles en busca de una mejor vida.

“Va a ser una fiesta todos los días”, dijeron las hermanas.

Desde hace cuatro años que la Federación de Zacatecanos en Los Ángeles con el apoyo del gobierno del estado de Zacatecas y del Consulado de México en Los Ángeles pusieron en marcha el programa Corazón de Plata para reunir a los padres y algunas veces hermanos con sus familiares indocumentados en esta ciudad.

Desbordantes de la emoción, las familias recibieron a sus padres con ramos de flores y globos. Al bajar del camión, padres e hijos se fundieron en prolongados abrazos, entre sollozos y llanto.

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“¡Siento que el corazón me quiere explotar de felicidad! Imagínese, tengo 43 años. yo llegué aquí a los 16 años. ¡Olvídense! les voy a dedicar el más tiempo posible para disfrutarlos. Soñé muchas madrugadas con verlos”, dijo temblando de felicidad y enjugándose las lágrimas el jornalero Julián Borjón, al reunirse con su padre, Francisco Borjón, de 84 años, y su madre, Juana Rico Borjón, de 80 años. No los veía desde hace 25 años .

“Bendito sea Dios que nos permitió reunirnos”, dijo don Francisco Borjón. Juana Rico, presa del sentimiento, apenas alcanzó a expresar que estaba muy contenta.

Omar Martínez Escobedo, presidente de la Federación de Clubes Zacatecanos, dijo que los padres vienen con un permiso de 30 a 40 días que les da el gobierno de Estados Unidos, pero al regresar les dan la visa por 10 años.

“Lo más satisfactorio es el impacto emocional al ver a las familias reunirse.Uno se llena de emoción aunque no lo conozcas”, comentó.

El requisito para darles el permiso es que tienen que tener más de 60 años.

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Carlos Sada, el cónsul de México en Los Ángeles, confesó que debe ser algo tremendo no ver a la familia por más de 20 años. “Este programa que reúne a los padres ancianos con sus hijos indocumentados tiene que extenderse mientras no haya una reforma migratoria porque Zacatecas es el único que lo tiene. Esperemos que Estados Unidos sea sensible porque los padres no vienen a quedarse, y uno no sabe si sea la última oportunidad que la vida les da para reencontrarse con sus hijos”, expuso.