Editorial: Hay que votar en esta elección

La elección presidencial de 2016 es una de las más importantes de los últimos años por estar en juego, además de la Casa Blanca, el control del Senado y el futuro de la Suprema Corte de Justicia, desde la muerte del juez Antonin Scalia. El  ganador en la elección de noviembre será quien obtenga la mayor cantidad de votos, en este caso específicamente, el que lleve a las urnas la mayor cantidad de votantes.

Para los latinos es muy importante participar en ellas porque decidirán el futuro de las acciones ejecutivas del presidente de Obama, que de ser canceladas dejará a millones de personas  expuestas a la deportación; la continuidad de programas de Acción Afirmativa y la protección del consumidor en el Alto Tribunal y el equilibrio legislativo con un Senado que pueda frenar los excesos propuestos por la Cámara de Representantes.

Hoy no hay ninguno de los tres candidatos favoritos republicanos que muestren una moderación ideológica en la lucha por ganarse el voto conservador de la base. Y a dos de los principales ni siquiera parece interesarles la búsqueda del centro político que usualmente se hace en la elección general.

La estrategia populista de Donald Trump busca ampliar el electorado atrayendo al voto desilusionado de la derecha, ese que integra el 45% de votantes que no participó en el 2012. Ted Cruz, por su parte, aspira a sacar a las urnas a los millones de evangelistas hastiados de una política que según ellos ignora y hasta persigue sus valores.

Seguramente hay latinos en estos sectores, porque los hispanos están en todos lados. Pero la estrategia de ambos ignora olímpicamente el electorado latino y sus prioridades tanto económicas, sociales y en inmigración. Este es un desafío para los latinos como pocas veces se ha visto.

En cada elección se repite la frase del voto latino y de su poder. Este año debe ser una realidad. De lo contrario, el futuro del país puede ser muy sombrío si Trump o Cruz tienen prácticamente el control de los tres poderes gubernamentales. Es fundamental que actúen de inmediato quienes se puedan hacer ciudadanos, para luego registrarse y votar. El voto es la mejor defensa contra los políticos que ignoran y atentan contra los intereses de nuestra comunidad. ¡Actúe ya!