ACLU pide la renuncia de Lee Baca

El grupo documenta abusos contra reos; el sheriff defiende el sistema carcelario

Con base en un reporte que documenta más de 70 declaraciones juradas que testifican una serie de abusos cometidos por custodios dentro de la cárcel de hombres del condado, la Unión Americana de Libertades Civiles del Sur de California (ACLU-SC) pidió ayer públicamente la renuncia del sheriff del condado, Leroy Baca.

El reporte que detalla por primera vez testimonios de religiosos de la iglesia católica, un productor de cine que daba clases dentro de la cárcel y la de un exagente federal, viene en momentos en que se realizan varias investigaciones contra esta institución por diferentes agencias gubernamentales.

“El volumen de evidencia que he revisado implora por una revisión independiente, de largo alcance y profunda de parte del gobierno federal”, expresó Thomas Parker, un agente retirado de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), experto en el tema de abuso policial y quien realizó parte de las investigaciones cuando fue la golpiza a Rodney King.

Parker es el principal autor del reporte que detalla un “esquema sistematizado” de abuso por parte de los custodios bajo “la completa indiferencia” de los superiores. “Esto es algo que nunca había visto. Es un problema que no puede seguir siendo ignorado”.

Baca, por su parte, dijo que le daba la bienvenida al informe de ACLU, argumentando que él maneja un sistema carcelario libre de corrupción y que cuando se ha demostrado que un agente comete abusos, se ha despedido inmediatamente. Además dijo que su retiro de la jefatura del Sheriff es algo que solo podrán decidir los votantes en las urnas electorales.

“Correcto, manejamos un sistema limpio, y si hay partes que no lo están, investigaremos profundamente. La crítica es bienvenida”, expresó el titular a las afueras del cuartel general del Sheriff. “Yo tengo más alegatos que los de ellos que estoy investigando, pero una cosa es una queja y otra un alegato que se puede comprobar”.

Según el Sheriff, desde 2009 la cantidad de quejas contra personal del Sheriff ha bajado incluso de 454 en ese año, a 367 en 2010. A cuatro meses de terminar 2011, se reportan solo 137 casos.

Actualmente FBI ha confirmado que investiga dos casos separados de supuestos abusos dentro de la cárcel, aunque se han negado a dar detalles oficiales del mismo.

El diario Los Angeles Times reportó esta semana un caso de que agentes de FBI intentaron sobornar a un custodio para introducir un teléfono celular a un informante dentro de la cárcel.

Asimismo, recientemente el Departamento de Justicia inició una investigación al Departamento del Sheriff del condado por alegatos de supuestas prácticas de perfil racial a personas que viven en proyectos habitacionales en Lancaster y Palmdale.

ACLU, que es un monitor autorizado por la corte para la cárcel central, ha presentado anteriormente otros reportes que documentan los supuestos abusos, pero esta es la primera vez que usan los testimonios de religiosos como civiles que trabajan en el lugar.

Según las quejas documentadas en el informe, se describe que los agentes del Sheriff que sirven como custodios no trabajan independientemente, sino en grupos que abusan de forma sistemática de los reos de este centro penitenciario.

En un caso descrito en el reporte, se explica el abuso al que fue sujeto Juan Pablo Reyes.

Reyes es un reo de origen centroamericano que fue a parar el pasado diciembre a la cárcel central para hombres, y que luego de ser acusado de robar un correo, los custodios lo golpearon hasta casi sacarle un ojo.

Luego del ataque lo hicieron desfilar desnudo por un pasillo, gritando epítetos sexuales y luego lo pusieron en una celda junto a pandilleros que supuestamente tienen aversión contra los centroamericanos o “paisas”. Estos abusaron sexualmente de él mientras mantenían su cabeza dentro del inodoro.

Otro pastor de una iglesia presenció y dio una declaración jurada que fue testigo de un ataque “salvaje y brutal” contra un reo que estaba esposado y sin moverse. Un productor reconocido de cine también ha dado declaraciones juradas documentando abuso que vio mientras fungía como profesor voluntario.

Otros dos voluntarios llegaron a ver a custodios golpeando a personas y gritándoles “¡deja de pelear!” cuando estos ni siquiera estaban resistiéndose al ataque, según el informe.

Michael Gennaco, abogado encargado de la Oficina de Revisión Independiente que vigila al Sheriff, dijo a La Opinión que sus reportes ya han ilustrado algunos problemas en la cárcel y que pese a que se ha pedido la instalación de cámaras de vigilancia, esta recomendación aún no ha sido adoptada.

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