Clinton descarta solución militar

En Afganistán, apuesta por el diálogo y la reconciliación con grupo radical

Kabul, Afganistán .- La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, descartó ayer la posibilidad de una victoria militar en Afganistán y apostó por ello por reavivar el proceso de reconciliación con el grupo islamista radical Taliban, para lo que exigió la cooperación paquistaní.

En una rueda de prensa en Kabul, Clinton recordó que la puerta al diálogo con los insurgentes sigue abierta, pero amenazó con golpearles militarmente si no se avienen a la paz.

“No hay una solución militar, la reconciliación es la única alternativa. La reconciliación es posible y es la mayor esperanza de la región”, aseguró la jefa de la diplomacia estadounidense, quien compareció junto al presidente afgano, Hamid Karzai.

Clinton matizó que toda negociación exigirá a los talibanes, como condición previa, una “renuncia a la violencia, abandonar Al Qaeda y aceptar la ley y la Constitución afganas”. “Vamos a continuar con la lucha, vamos a continuar con el diálogo y vamos a continuar con el desarrollo del país… Y debemos realizar las tres al mismo tiempo”, dijo.

Al hilo de este argumento, la secretaria de Estado remarcó que sería inadmisible un regreso a la situación de los derechos humanos que existía durante el extinto régimen talibán del mulá Omar, sobre todo en lo relativo al trato a la mujer y a las minorías.

Sobre la retirada de las tropas estadounidenses y de los aliados de la OTAN, que según los plazos previstos se habrá completado en 2014, la responsable subrayó que EEUU tiene “una gran responsabilidad” con los afganos y “no los abandonará”.

Clinton, que aterrizó anoche en Kabul en una visita no anunciada, compareció ante los medios tras reunirse con los principales líderes políticos del país asiático y poco antes de volar a Pakistán.

Afganistán atraviesa un momento de incertidumbre, especialmente desde que el proceso de pacificación con los Taliban quedase muy dañado a raíz del asesinato el pasado septiembre del ex presidente y jefe del Consejo de Paz afgano, Burhanudín Rabbani.

Tras el atentado, tanto Washington como Kabul han apuntado hacia Pakistán, a cuyo aparato de seguridad responsabilizan de apoyar a grupos insurgentes para conseguir intereses estratégicos en Afganistán.

En los últimos días se ha especulado incluso con la posibilidad de que EEUU lance una operación unilateral en la región tribal paquistaní de Waziristán del Norte, donde supuestamente se refugia la red Haqqani, uno de los grupos más activos de la órbita talibán.

Las autoridades paquistaníes “deben liberar a su propio país de terroristas que matan a su gente y que cruzan la frontera para matar a gente en Afganistán”, advirtió Clinton.

“La cooperación de Pakistán es esencial. Queremos que Pakistán asuma un papel de líder porque los terroristas que operan fuera (de su territorio) suponen una amenaza también para los paquistaníes”, dijo.

Karzai, por su parte, recordó la dificultad que Pakistán plantea a la solución del conflicto afgano, pues allí -dijo- los insurgentes “poseen asentamientos, sus cuarteles generales” y “dirigen las operaciones militares” en Afganistán.

Clinton viaja acompañada por el jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), David Petraeus, y de la subsecretaria de Defensa, Michele Flournoy, entre otros funcionaros de su gabinete.

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