Consejos para crear tu mejor presupuesto
Un presupuesto es tu mejor aliado para establecer tu independencia económica, controlar tus gastos y trazar metas financieras realistas
1. Organiza el ATM – Si notas que vas al cajero automático más de una vez por semana para sacar pequeñas cantidades de dinero porque la que extrajiste antes no te alcanzó como pensabas, es muy probable que no estés controlando bien tus finanzas. Aquí hay una clara señal de desperdicio y una alerta para reducir los gastos seriamente.
2. El lujo, en su lugar- ¿A quién no le gusta darse un lujo de vez en cuando? Pero, ¿cuántos de esos lujos los disfrazamos como necesidades? Un excelente ejemplo es el gasto diario con el famoso cafecito latte que tantas personas toman todos los días camino del trabajo. Un pequeño (¡y sabroso!) regalo que nos hacemos a nosotros mismos, pero que, el fin de mes, cuando sacas la cuenta, resulta que ha costado bastante caro. La lista de estos “lujos” suele ser bastante larga, y es hora de devolverle al lujo su lugar de honor. Es decir, ceder a un antojo de tanto en tanto y no convertirlo en una línea fija de los gastos mensuales del hogar.
3. Guarda pan para mayo – Para controlar los gastos, lo mejor es hacerse otro tipo de “regalo” mensual. Es importante tener como meta no gastar más del 90% de tus ingresos, para después poder invertir el 10% restante en otras opciones que traerán mayores rendimientos y disfrutar de mejores y mayores lujos a largo plazo.
4. Si no lo tienes, no lo cuentes – Muchas personas incluyen en su presupuesto un posible premio de fin de año, el eventual rendimiento de una inversión, el reembolso de los impuestos, un aumento que no es seguro, y no hablemos de aquellos que piensan que ganarán la lotería cada fin de semana como parte de su presupuesto actual. Debes anotar solamente el dinero del cual dispones en este momento, ni un centavo más.
5. Si te sobra dinero – Pero en el caso de que sí obtengas un aumento en tu salario o tus inversiones te lleguen a ofrecer muy buenos rendimientos, no te apresures a tirar la casa por la ventana hasta asegurarte de que la buena racha va a continuar y que podrás cubrir tus gastos con el incremento de la inflación. Es preferible emplear ese dinero excedente en inversiones seguras y no en gastos innecesarios.