Crisis mental y seguridad

La muerte de Kelly Thomas, un indigente de 37 años que sufría de esquizofrenia, y falleció en julio tras un altercado con agentes de policía de Fullerton, es un triste recordatorio de la cantidad de personas con enfermedades mentales que vagan las calles del país y de la triste vida que llevan, terminando a menudo en forma violenta.

Por lo menos una tercera parte de los indigentes en California sufrirían enfermedades mentales, es decir, en nuestras calles hay al menos 50,000 personas que necesitan ayuda siquiátrica y que no tienen acceso a ella o simplemente se rehusan a recibirla. Tras la muerte de Thomas, los supervisores del condado de Orange decidieron tomar cartas en el asunto y revivir la idea de implementar una ley aprobada hace casi una década en California que autoriza a las cortes el ordenar tratamiento ambulatorio a personas con enfermedad mental susceptibles a dañarse a sí mismos o a otros. Fue aprobada en 2002 con el nombre de “Ley de Laura”, en honor a una muchacha de 19 años que fue asesinada junto con otras dos personas por un paciente mental que se rehusó a recibir tratamiento. La ley no es obligatoria sino debe ser aprobada por cada condado. Es una medida controversial, pero obviamente podría ayudar a salvar vidas.

También es necesario considerar la idea de entrenar a los oficiales de policía en el trato a enfermos mentales y veteranos con PSTD (Síndrome de Estrés postraumático). Ya se ha visto más de un caso de veteranos muertos en altercados con la policía, sin que haya evidencia de que los agentes policiales hayan hecho un esfuerzo por manejar la situación de forma inteligente.

La sociedad no puede hacerse de la vista gorda de estos tristes y trágicos incidentes. Hoy, dos policías de Fullerton están acusados de asesinato y homicidio involuntario por la muerte de Thomas y como sociedad, deberíamos actuar en aplicar medidas que prevengan este tipo de incidentes en el futuro.

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