De exMister a empresario

El venezolano Sandro Finoglio quiere conquistar paladares con su restaurante Churros Calientes

Sus atributos físicos llevaron al venezolano Sandro Finoglio en 1998 a convertirse en el hombre más bello del mundo. Hoy el actor, modelo y deportista inició una nueva etapa, la de empresario, para conquistar a los más exigentes paladares con sus Churros Calientes.

Su pequeño restaurante está ubicado en el 11521 del muy transitado Santa Mónica Boulevard, en Los Ángeles. En un edificio construido en los años 20, el actor encontró el sitio perfecto para atreverse a inaugurar, en plena recesión, su primer negocio.

“Fue un doble acto de valentía iniciar mi propia empresa y hacerlo cuando los indicadores económicos del país decían que había que ser muy cautelosos con nuestro dinero; pero me arriesgué y ya tenemos un año viendo crecer a nuestra clientela, nuestra experiencia y la satisfacción de hacer lo que nos gusta”, dijo Finoglio en entrevista.

El vínculo entre este caraqueño de 38 años y el negocio de la comida existe desde toda su vida, porque como asegura “yo nací en un restaurante”.

Sus padres emigraron a Venezuela de Italia después de la Segunda Guerra Mundial y en 1956 abrieron un local en Caracas especializado en comida italiana que aún se mantiene con éxito.

“Yo me la pasaba en el restaurante de mi papá; allí limpiaba, trabajé como mesonero, hacía las compras, después ayudé en la administración, todo. Yo vengo de una familia italiana de la vieja escuela donde uno tiene que saber hacer de todo y hacerlo bien”, relató el también modelo de firmas como Giovanni Scutaro, Versace, Armani, Gianfranco Ferre, Dolce & Gabbana y otras.

De hecho, asegura que siempre pensó que su destino sería ser empresario, pero su vida tomó un giro distinto luego de que Osmel Sousa, presidente del concurso Miss Venezuela, lo convenciera de participar en el Mister Venezuela 1997 y representar a su país al año siguiente en el Mister World.

Desde entonces y sin proponérselo, el mundo del espectáculo lo fue atrapando y se convirtió en animador y actor, roles que confiesa extrañar y que no descarta retomar en algún momento.

Su primera novela la hizo en México en el año 2000, Ellas, culpables o inocentes; luego fue contratado por Univision en Miami para actuar en Secreto de amor y Gata salvaje.

“Pero yo tenía muchas ganas de actuar en Venezuela y por eso regresé a mi país en 2005 para participar en lo que ha sido hasta ahora en mi último trabajo actoral Por todo lo alto, una novela que hice con RCTV”, recordó el empresario.

Finoglio ha saboreado el éxito como jugador de futbol en su infancia, como modelo cuando solo tenía 23 años, como actor, como destacado bailarín de salsa, merengue y tambores y además como cocinero.

“Es que a mí me encanta la buena comida y he aprendido las recetas de mi padre y me empeño siempre en dar mis propios toques. Lo de los churros es algo que me gusta muchísimo y por eso he querido brindarlo a la gente desde un concepto muy alto, en un ambiente donde se pueda disfrutar de una buena comida, en un espacio que invita a compartir, a hacer amigos, a pasarla en familia”, describió.

Con harina orgánica y su propia receta, Churros Calientes ofrece una exquisita variedad de este dulce placer que acompaña además con un aromático chocolate caliente, hecho a la manera española, o un café al estilo italiano o venezolano, según elija el cliente.

El menú ofrece además paninis, bocadillos, ensaladas y sopas en las que Finoglio ha puesto su mejor sazón.

“Yo no sé si yo soy un empresario que hizo un paréntesis como actor o un actor que hace un paréntesis como empresario; en todo lo que hago busco dar lo más auténtico, lo mejor de mi trabajo. Siempre es importante diversificarse y encontrar el equilibrio; proyecto convertir a Churros Calientes en una franquicia y volver a actuar, pero todo a su tiempo”, concluyó.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain