Del maya al inglés

Los guatemaltecos enfrentan la barrera del idioma

LOUISVILLE, Kentucky – La población guatemalteca constituye, con 5,321 integrantes, el cuarto grupo más grande de hispanos que radica en Kentucky, según datos del Censo de 2010.

Sin embargo, algunos guatemaltecos afincados en el estado no sólo no hablan inglés, sino tampoco dominan el español.

María es de Quetzaltenango. Habla mam, una de las 23 lenguas nativas de su país y se comunica con palabras básicas en español.

La mujer, madre de cinco niños, tiene ocho años de vivir en Estados Unidos y pronuncia algunos vocablos en inglés.

La guatemalteca vive en una casa donde recibe apoyo de familias estadounidenses. “Quiero estudiar inglés en la escuela, no sé escribir en ningún idioma”, relata.

Donald Alvarado tiene 13 años de estar radicado en Estados Unidos. “Yo habló español y mam. Para mí fue muy fácil adaptarme, porque viví en Houston, Texas, allá se habla español, cuando me cambié a Kentucky debí aprender más inglés, porque aquí no se habla casi nada de español”, afirma.

Los guatemaltecos en Kentucky tienen la particularidad de susurrarles a los caballos de carrera.

Y es que hay equinos que participan en el Derby de Kentucky que no responden al inglés.

Los caballos cuidados a diario por manos latinas, incluyendo las de más de 500 guatemaltecos, hacen que los potros se familiaricen con un idioma que no es el de sus dueños: el español.

La mayor parte de los cuidadores de estos ejemplares provienen de Santa Rosa, un pueblo ubicado al oriente de Guatemala.

Los caballos no siempre obedecen cuando los propios entrenadores y jinetes les hablan en inglés.

Los potros, que cuestan millones dólares, responden de inmediato cuando los caballerangos guatemaltecos pronuncian “vení, caballito, vas a comer”, los equinos corren como si se tratara de una orden.

El entrenador profesional, Paul McGee, explica que algunos potros obedecen con gestos y sonidos, pero admite que es universal dentro de los hipódromos de Estados Unidos utilizar la frase “atrás, atrás, atrás” para dirigirse a otro lugar.

Quizá la frase anterior fue una de las que más escuchó el pasado 7 de mayo Animal Kingdom, jineteado por el puertorriqueño John Velázquez, en su carrera hacia la victoria del Kentucky Derby.

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