El ajonjolí de todos los moles televisivos fue Joan Sebastian en los últimos días.
El cantante primero fue entrevistado por María Elena Salinas en Aquí y ahora la noche del cuatro de octubre y el pasado domingo fue el padrino de Pa’lante con Cristina.
En su primera entrevista, anunciada como una gran exclusiva, a pesar de que Joan ha hablado de la trágica muerte de dos de sus hijos en varias ocasiones con varias periodistas, una vez más habló del caso. Lo nuevo fue que sin decir abiertamente el nombre de los agresores que terminaron con la vida de sus descendientes, admitió saber quienes fueron.
Con Cristina Saralegui, lo diferente fue la primera presentación de su nieto Álex, quien es rapero y es hijo de su fallecido hijo Trigo.
En ambos shows, el cantautor mostró imágenes de su inmensa nueva hacienda, bajo construcción.
Siguiendo con Pa’lante con Cristina, el primer show de la presentadora cubana lució con un formato en desarrollo con ciertos detalles por pulir.
El gran acierto fue contar con el apoyo de reconocidos cantantes y actores que la audiencia quiere ver y escuchar como JeanCarlos Canela y Gloria Trevi.
Sin embargo, estas diversas entrevistas no fluyeron de manera natural durante sus dos horas de duración.
A pesar de eso, el show tuvo un incremento en el porcentaje de televidentes de acuerdo con un comunicado de Telemundo. Localmente este fue de 129 por ciento de todo el publico, y 96 por ciento entre adultos de 18 y 49 años. En general 2.9 millones de personas sintonizaron el primer show.
En la tarde del martes inició Tómbola, el nuevo programa de farándula de TeleFutura.
Aunque es obvio que el show trató de ser un híbrido de Escándalo TV y La Tijera, también fue evidente que la combinación no fue la mejor.
Con los gritos de Tanya Charry, los coqueteos de Carolina Sandoval “la venenosa” con José Manuel Figueroa, el protagonismo de la desconocida Alexandra Rodríguez con su porte de símbolo sexual, la falta de carisma de Andrés García, Jr., y el debut de la muñeca de peluche, “Lucille la perra”, que se parecía a la vedette Lyn May pero en versión Pepe Locuaz, cualquiera tenía una razón suficientemente fuerte para cambiar de canal.
La controversial conductora de televisión de habla inglesa Rosie O’Donnell volvió esta semana a la pantalla chica.
Su talkshow forma parte de la programación de la cadena de la famosa conductora afroamericana Oprah Winfrey, llamada OWN, que por cierto no ha tenido los ratings que esperaban tras su debut el primer día de este año.
Desde el acto inicial con baile y todo, Rosie demostró que los años sí han pasado pero su personalidad sigue siendo la misma, al hablar de las peleas que tuvo con otras colegas en el pasado con un sentido cómico y hasta musical.