ELA pierde terreno

El fantasma de las anexiones angustia al sector no incorporado

Cuando Diana Tarango asistió al Colegio Comunitario del Este de Los Ángeles (ELAC) hace algunas décadas, este centro universitario pertenecía formalmente al Este de Los Ángeles, un área no incorporada del condado angelino.

Pero en un momento que aun no tiene bien claro, la situación cambio.

“Un día cuando mis hijos ya estudiaban allí, vienen y me dicen: ‘Mamá, East LA College no está en el Este de Los Angeles, sino en Monterey Park'”, dijo Tarango durante una audiencia celebrada ayer en el gobierno condal para sopesar si procede una petición de residentes que piden el título de ciudad para esa área.

Según los defensores del plan autonómico, si el Este de Los Ángeles no afianza su independencia, las ciudades de los alrededores -Monterey Park, Commerce, Montebello y Los Angeles- seguirán anexando sus porciones econónomicamente estratégicas .

“No se cómo paso esto, pero a continuación la ciudad de Commerce se quedó con nuestro Target y ahora la ciudad de Los Ángeles quiere apoderarse de nuestra área de Whiteside”, agregó.

Whiteside es un distrito industrial al norte de la autopista 10, y recientemente el concejal de Los Ángeles Tom LaBonge ha expresado interés en anexarlo a la municipalidad angelina.

El plan de hacer del Este de Los Ángeles una ciudad independiente es impusado por un grupo de sus residentes amparados bajo las siglas ELARA. Ayer la organización defendió en el condado la viabilidad económica de la entidad que pretenden crear.

Sin embargo, su empresa no la tiene fácil, pues un análisis fiscal previó -paradójicamente pagado con dineros de ELARA- ha determinado que la ciudad proyectada carecería de suficientes recursos para ofrecer los servicios que ahora recibe del Condado de Los Ángeles. Según el documento, la ciudad del Este de Los Ángeles arrancaría con un déficit que ronda los 20 millones de dólares, a menos que creara nuevos impuestos, redujera sus servicios o los siguiera recibiendo del condado pero a un costo más reducido.

Ben Cardenas, el director de ELARA, cree que es posible hacer funcionar el proyecto de ciudad sin caer en esos extremos.

“Estamos aquí para presentar opciones y soluciones para generar ingresos que hagan factible nuestra propuesta”, dijo.

Según las matemáticas de ELARA, si el Este de Los Ángeles ganase el estatus de ciudad, el Condado de Los Ángeles se ahorraría 26 millones de dólares en costos anuales. Con una porción de este ahorro, dice, podría echarle una mano a la nueva entidad, al menos hasta que esta se encuentre en condiciones de moverse por sí misma.

Quienes abogan porque el Este de Los Ángeles se desprenda del condado reconocen que los servicios que este ofrece -policía, bibliotecas, recolección de basura y otros- han mejorado en los últimos años, e invariablemente recalcan que se sienten bien representados por Gloria Molina, la supervisora responsable del distrito, quien adversa el plan anexionista de LaBonge.

Pero la gestión de Molina en la junta de supervisores termina pronto, menciona Tarango. “Ahora está aquí para defendernos, pero en 2014 tiene que irse. Tengo que garantizar que East Los Angeles esté a salvo [de más anexiones]”.

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