La separación de familias

Cerca de 5,000 menores de edad están en hogares de crianza al ser separados de su familia cuando sus padres fueron detenidos y deportados bajo el programa de Comunidades Seguras.

El programa de la Agencia para el Control de Inmigración y Aduanas (ICE) tiene serios problemas al detener gente fuera de su objetivo para el cual fue creado -que es el de deportar a delincuentes indocumentados peligrosos-, también es responsable de que muchos menores de edad queden a merced de los sistemas de asistencia pública de los condados.

Es aparente que no existe un procedimiento claro a seguir para garantizar que los menores de edad, que no tienen otros parientes que puedan hacerse cargo de ellos al ser detenidos sus padres o guardianes, puedan ser rastreados posteriormente. Muchas veces se pierde el contacto cuando los padres son trasladados de su lugar de residencia a lejanos centros de detención, ni tampoco se les permite asistir a la audiencias sobre el destino de sus hijos en el tribunal de menores.

Muchos de estos niños jamás se reunirán con su familia y como hijos de crianza tienen ante sí una vida difícil en un sistema complicado, que posiblemente los expulsará a la calle sin mucha preparación cuando se los declare adultos. Las estadísticas indican que los jóvenes que salen del sistema tienen muchas más posibilidades de estar desamparados e indigentes.

Esta situación es intolerable e indignante. Comunidades Seguras ha sido desde el inicio hasta hoy un ejemplo de incompetencia e irresponsabilidad en cumplir con su objetivo de arrestar a indocumentados peligrosos para la sociedad estadounidense.

Los agentes de ICE tienen el poder para considerar a su discreción -según un memo interno- “si una persona tiene como cónyugue, hijo o padre, a un ciudadano estadounidense para determinar a quién detiene o deporta.” Lástima que no exista la compasión y el sentido común de parte de muchos agentes de ICE para tomar la decisión acertada

Se estima que el 39% de los detenidos bajo este programa tiene cónyugue o hijos ciudadanos estadounidenses. En Los Ángeles se calcula que hay 1,178 niños en hogares de atención temporal con padres deportados o en proceso de deportación.

Esta es una cruel y triste consecuencia de un programa de deportaciones mal planeado y peor ejecutado. Este es otro argumento poderosos para por lo menos poner a Comunidades Seguras en el congelador.

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