Militares en gran tensión

El momento para las conversaciones es complicado tras cruce de acusaciones

NUEVA DELHI, India (EFE).- El jefe del ejército paquistaní, general Ashfaq Parvez Kayani, y el jefe militar de EEUU para Oriente Medio y Asia Central, el general James Mattis, se reunieron en Islamabad en un momento complicado de las relaciones bilaterales, informó ayer una fuente diplomática.

La reunión entre Parvez Kayani y Mattis se produjo tras un intenso cruce de acusaciones entre las autoridades de ambos países a causa de la presunta relación de la inteligencia paquistaní (ISI) con la red Haqqani, uno de los más activos grupos talibanes afganos.

“La reunión entre ambos generales ya estaba prevista antes de los hechos de los últimos días”, indicó el portavoz de la embajada de EEUU en Islamabad, Mark Stroh, que no desveló detalles de la conversación entre Kayani y Mattis, que llegó el viernes a Pakistán.

Según el diario paquistaní “Dawn”, ambos militares abordaron la situación de seguridad en la frontera entre Pakistán y Afganistán, así como en Waziristán del Norte, región tribal paquistaní que muchos observadores sitúan como principal bastión de la red Haqqani.

De acuerdo con varios medios, el jefe del ejército paquistaní pidió a Mattis una investigación conjunta sobre los incidentes transfronterizos que han desatado desde hace meses múltiples acusaciones cruzadas entre Pakistán y su vecino.

Las relaciones entre Islamabad y Washington se hallan en una profunda crisis, cuya último inciso fueron las declaraciones del jefe del ejército de EEUU, Mike Mullen, quien denunció que el grupo Haqqani actúa como un “verdadero brazo” del ISI.

El general Kayani es, por ahora, el último en intervenir en la polémica, calificando las declaraciones de Mullen de “desafortunadas y no basadas en hechos”, según un comunicado que el ejército paquistaní hizo público anoche.

El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, salió ayer al paso de estas acusaciones y manifestó que “EEUU no puede vivir sin nosotros, le guste o no”, además de exigir a Washington que deje de mandar “mensajes erróneos” que son dañinos para las relaciones.

La confianza mutua sufrió un duro batacazo el pasado 1 de mayo tras la operación de las fuerzas especiales de EEUU que acabaron en suelo paquistaní con el máximo líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, sin previa notificación a las autoridades paquistaníes.

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