Molina pide cámaras para agentes de cárcel

Supervisora presentará moción para atender críticas al Sheriff

Los agentes del Sheriff que vigilan a los reclusos deberían utilizar pequeñas cámaras y tener prohibido el uso de zapatos con punta de acero, así como utilizar linternas pesadas como porras, según las propuestas que realizó ayer Gloria Molina.

La supervisora del Condado de Los Ángeles dijo que presentaría una moción el martes para atender algunas de las severas críticas que se suscitaron durante las últimas semanas con relación a las condiciones de la mayor red de cárceles del país.

La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés), publicó un informe el mes pasado en donde se detallan las acusaciones de mala conducta de los funcionarios y violencia contra los prisioneros.

Al calificar el informe de ACLU como “verdaderamente perturbador”, la moción de Molina demanda cambios urgentes en las cárceles del condado, que albergan a 15,000 reclusos aproximadamente. Dijo que el condado pagó más de 12 millones de dólares en obligaciones y honorarios legales durante los últimos tres años para resolver casos de fuerza excesiva.

Entre sus propuestas, Molina quiere que se les prohíba a los funcionarios propinar golpes en la cabeza de los reclusos en la mayoría de las circunstancias.

También quiere que haya cambios en la forma en que se les toma declaraciones a los prisioneros después de que denuncian un caso de abuso.

La idea que probablemente generará más discusión es la sugerencia de Molina de que los funcionarios de vigilancia utilicen pequeñas cámaras personales para registrar las interacciones con los reclusos. Estos aparatos son utilizados cada vez con mayor frecuencia por las agencias de policía de todo el país y pueden tener el doble propósito de exonerar a los agentes de policía que fueron acusados por error, así como registrar la mala conducta de un funcionario.

Molina quiere que el Departamento del Sheriff realice un estudio de viabilidad y busque un posible financiamiento para las cámaras.

Nicole Nishida, portavoz de la oficina del Sheriff, no había visto la moción y no pudo realizar comentarios de inmediato.

Un informe divulgado el jueves por la Oficina de Análisis Independiente del Departamento del Sheriff indicó que un código de silencio entre los funcionarios de vigilancia ayuda a proteger a los carceleros abusivos y que aquellos que lo han roto han sido amenazados.

El informe indicó que ocho funcionarios no presentaron la denuncia del maltrato de un recluso que fue grabado en un video. En otro caso, un funcionario que denunció una mala actuación recibió llamadas telefónicas amenazantes, indicó el informe.

El documento evaluó una docena de casos en los que los empleados de las cárceles fueron amonestados por abusar de los prisioneros. El FBI también investiga algunas acusaciones de mala conducta por parte de funcionarios.

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