Pearce se juega su escaño como senador

Arquitecto de la Ley de Arizona enfrenta elección con muchos elementos en contra que determinarán su futuro político

MESA, Arizona.- El arquitecto de la SB1070 enfrenta hoy una histórica contienda electoral resultado de una campaña para su destitución que podría cambiar el panorama político en Arizona.

Si el senador republicano Russell Pearce fracasa su salida podría influenciar a otros políticos que han apoyado leyes similares que penalizan a los inmigrantes sin documentos en otras partes del país como Alabama, Carolina del Sur y Georgia.

Los meses previos a la elección no han estado libre de controversias revelando divisiones entre el sector conservador y republicano sobre el futuro político de Pearce en una contienda reñida, según las últimas encuestas.

El único contendiente contra Pearce por su puesto en el Distrito 18 de la Ciudad de Mesa, es Jerry Lewis, otro republicano y además al igual que él miembro de la fe mormona.

Lewis, quien no cuenta con una carrera política, es un exobispo de la iglesia mormona, director de una escuela y contador. Anunció su candidatura el pasado agosto con el apoyo de varios negociantes y familias que viven en esa ciudad.

En un sondeo realizado por el periódico Arizona Capitol Times y ABC 15 (KNXV-TV) Lewis llevaba la delantera con un 46% y Pearce tenía 43% de lo votos.

Lewis tiene una perspectiva diferente a la de Pearce sobre el tema de la migración. Durante una entrevista dijo que quería presionar al gobierno federal para que aprobará una reforma migratoria y asegurara la frontera, puesto que ambas cosas debían ir de la mano.

“La ley SB 1070 se enfoca en la implementación de las leyes, que es parte de la discusión y debe ser considerada. Pero tenemos que fijarnos en otros aspectos también. Como la separación de familias y la economía,” dijo Lewis quien reconoció que esta ley tuvo un impacto económico negativo en su distrito.

La estrategia para convocar a una elección especial para destituir a Pearce fue innovadora y ha sido poco utilizada en la historia del estado. De fracasar en la elección sería el primer político estatal en los últimos 100 años en ser destituido.

A pesar de la controversia que lo rodeó por su apoyo a la ley SB 1070 la campaña para destituirlo se enfocó en su desempeño como político al imponer recortes a la educación y la salud mientras el estado enfrenta un déficit histórico.

Ciudadanos por una Arizona Mejor (CBA) iniciaron la campaña poco después de que el político, conocido por sus leyes antiinmigrantes, fuera ascendido al puesto de presidente del Senado.

Varios analistas políticos en el estado dudaban que el grupo pudiese recolectar suficientes firmas en contra del político que ha sido reelecto seis veces. Pero CBA consiguió juntar más de 17 mil firmas, superando el número de votos que Pearce recibió en la última elección. “Creo que tuvimos éxito porque logramos llegar a la frustración de los votantes”, dijo Randy Parraz, uno de los fundadores de CBA. “En medio de una situación crítica para la economía del estado, Russell Pearce se estaba enfocando en otras cosas, como la migración, cambiar la Constitución y recortar programas. No estaba enfocado en crear empleos, o ayudar a la gente que estaba perdiendo su casa. Por esas razones se encontraba en una situación vulnerable,” concluyó.

Pearce acusó desde un principio a CBA de ser “anarquistas”, “liberales” y estar en pro de las “fronteras abiertas”.

“La mayoría del apoyo para Pearce ha venido de afuera de su distrito y es por eso que creemos que va a fracasar (en la elección)”, dijo Parraz, quien agregó que su grupo está integrado por republicanos y residentes de Mesa.

Pearce logró recaudar tres veces más fondos que la campaña de Lewis, la mayoría del dinero del senador vino de su propio distrito en Mesa a diferencia de su oponente, de acuerdo a registros de la Secretaría de Estado de Arizona.

Un 12% de los $238,282 dólares recaudados por Pearce llegaron de su distrito, en comparación a un 59% de $68,837 dólares que Lewis recibió de residentes y negociantes en Mesa.

En una contienda reñida los latinos pueden ser quienes definan la elección. Pese a ser un porcentaje bajo de los votantes registrados el voto latino es el que podría otorgarle el triunfo a Lewis, explicó Raquel Terán organizadora de campo del grupo Promesa Arizona en Acción.

Pero la presencia de una tercera candidata de origen y apellido latino en la boleta preocupa a los opositores de Pearce, pues estos consideran que podría llevarse el voto de ese sector.

Olivia Cortés se retiró de la contienda después de haber sido objeto de una demanda en la que se la acusaba de intentar engañar a los votantes para quitarle votos a Lewis y así otorgarle el triunfo a Pearce.

“No queremos que ninguno de los votantes se confunda para que no se divida el voto”, explicó Terán.

Terán encabeza una campaña cuyo fin es movilizar a 5,000 votantes latinos en el distrito para que voten en contra de Pearce y sepan que Cortés ya no está en la boleta.

Pero pese a sus esfuerzos, algunos votantes están desinformados sobre la elección, agregó.

A esto se suma un reciente mensaje automatizado que los residentes de Mesa han recibido en donde un hombre con acento latino sugiere que los únicos candidatos en la contienda son republicanos invitando a la gente a apoyar a Cortés pese a que ya no es una candidata válida.

Cortés quien se postuló originalmente como republicana contó con el apoyo de Greg Western, el presidente local del Partido del Té en la Ciudad de Mesa, quien es un reconocido simpatizante de Pearce, al igual que algunos familiares del senador que la ayudaron a recolectar firmas para calificar en la elección.

En su declaración de contribuciones Cortés sólo reportó $900 dólares y no indicó de donde provenían los fondos para financiar a circuladores de peticiones pagos. Lo anterior está siendo investigado por la Secretaría de Estado como posible violación a las leyes que rigen a los candidatos electorales.

Cortés no estuvo disponible para una entrevista pese a varias solicitudes.

Pearce dijo durante un acto proselitista no conocer a Cortés y refutó las acusaciones de haber estado involucrado en su postulación como un truco político para confundir a los votantes.

Posteriormente dijo en el canal de PBS local que sus familiares tenían derecho de juntar firmas para quien quisieran, y que Lewis debería contender con el durante una primaria de su Partido Republicano y no una elección especial.

“Están en contra mía porque cumplí mis promesas,”, dijo Pearce, quien adjudica la campaña para destituirlo a opositores de la ley SB 1070.

Este año Pearce comenzó a perder apoyo de otros políticos republicanos en el estado, cuando quebró su promesa de que dejaría de lado las leyes de inmigración para enfocarse en el presupuesto estatal.

Pearce impulsó un paquete de leyes desde su puesto como presidente del Senado, entre estas una para provocar un desafío en las cortes federales para cambiar la Décimo Cuarta Enmienda de la Constitución y negarle la ciudadanía a los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en territorio estadounidense.

Todas los proyectos de ley fracasaron luego de que en ocasiones más de una docena de republicanos votarán en su contra, tras recibir una carta firmada por 60 presidentes ejecutivos de negocios pidiendo un alto a las leyes antiinmigrantes.

La carta fue enviada en el marco de un boicot económico contra el estado que costo más de 110 millones de dólares en pérdidas a la industria de las convenciones, según un reporte del Centro para el Progreso Americano.

La imagen de Pearce también se vio afectada por un escándalo rodeando al Fiesta Bowl, organización que promueve el fútbol americano por haber recibido –al igual que otros políticos- tickets y viajes gratuitos para ir a torneos de este deporte.

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