EEUU, país de pobres

En estos días de protestas contra la avaricia corporativa, una de las palabras más utilizadas por los manifestantes es desigualdad. Y no sólo para referirse a la que han sufrido desde tiempos inmemoriales los habitantes del Tercer Mundo sino la que padecemos ahora quienes vivimos en algunas naciones desarrolladas como Estados Unidos.

Las más recientes cifras del censo pintan de cuerpo entero la realidad a la que aluden los participantes de Ocupemos Wall Street. El número de estadounidenses que pasaron a engrosar la fila de pobres alcanzó en 2010 la cifra récord de 49 millones, es decir, el 16% de la población total. De esta cantidad, unos 21 millones, equivalentes al 6.7% de la población nacional, viven en la pobreza extrema, con un ingreso máximo de 11,157 dólares para una familia de cuatro.

Pero eso no es todo. En 2010, el 20% de los más ricos obtuvo el 49.4% del ingreso de la nación, en comparación con el 3.4% que ganaron los que viven bajo el nivel de pobreza.

Si bien la desigualdad siempre ha existido en Estados Unidos, lo que inquieta es que cada vez es más acentuada. En 1968, por ejemplo, la relación de los ingresos entre los más ricos y los pobres era de 7.69 a 1; en 2008 pasó a ser de 13.6 a 1 y en 2010 de 14.5 a 1. Actualmente se estima que el 1% de la población con mayor poder económico se queda con el 24% del ingreso total del país.

Expertos en economía como el Premio Nobel, Paul Krugman, apuntan que esa privilegiada elite no está integrada por heroicos empresarios que arriesgan su capital para crear empleos sino por especuladores y ejecutivos de compañías financieras en Wall Street que son, justamente, los principales blancos de las actuales protestas.Los afectados, por otro lado, somos el restante 99% de la población. Dentro de este gran grupo hay, por supuesto, algunos que han resultado más golpeados que

otros. Uno de ellos es el de los ancianos debido a que se ven obligados a gastar la mayor parte de sus exiguas pensiones en cuidados médicos. Se estima que una de cada seis personas de la tercera edad vive en la pobreza.

Otro grupo seriamente afectado ha sido el de los latinos. Por vez primera, la tasa de pobreza entre este segmento (28.2%) eclipsó a la de los afroamericanos (25.4%). Ello se debió, en parte, a una menor participación de los latinos en programas de ayuda social.

La extrema concentración de la riqueza no es un asunto menor. Como hemos visto hasta ahora, el hecho de que millones estén sin empleo y hayan perdido sus casas y de que ni siquiera el contar con un título universitario sea garantía para conseguir o mantener un trabajo ha sacado ya a miles a las calles para protestar. Los focos de alerta están encendidos ya y tanto Wall Street como Washington no pueden darse el lujo de ignorarlos porque el futuro de la clase media y de la nación está en riesgo.

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