Un peleón… ¿y robo?
Los jueces ven ganar a Pacquiao sobre Márquez en un combate que estaba marcado para ser un empate
LAS VEGAS.- En un combate espectacular de campana a campana, Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez rindieron un culto al boxeo en una pelea trepidante con acción sin tregua que los jueces calificaron estrechamente a favor del filipino por decisión mayoritaria en medio de encendidas protestas de miles de mexicanos presentes en el MGM Gran Garden Arena de esta ciudad.
La votación fue de 114-114 para el juez Robert Hoyle, mientras que Dave Moretti registró 115-113 y Glenn Trowbridge dio 116-112, ambos a favor de Pacquiao, que se llevó una bolsa de 22 millones de dólares y dejó su marca en (54-3-2, 38 nocauts).
No fue un repaso o un paseo de buena salud como lo anticipaban los seguidores de Manny Pacquiao porque el mexicano se plantó con plan de combate exacto al que le había rendido frutos en sus peleas de antes.
De hecho el combate se dictó mucho más como quiso el azteca, quien sacó de su plan de pelea a Pacquio, que a su vez lució frustrado la mayoría de los asaltos, aunque siempre llevó la iniciativa y se quedó con varios asaltos en los segundos de cierre con ataques oportunos.
Sin asalto de estudio, con todo y lo que se conocen, los rivales de anoche fueron directamente a la refriega.
Pacquiao a buscar, y Márquez, con un plan que le venía perfecto, lo esperaba y marcaba puntos.
Fue un primer tercio levemente mejor para Márquez que dictaba las normas en el ring aunque no marcaba golpes de poder.
Recién en el segundo tercio del pelito aparecieron algunas de las hechuras de Pacman, quien intentó con velocidad y mucha movilidad tomar ventajas ante un enemigo estratégico de gran inteligencia que gastaba lo mínimo para mantner fuera a su rival.
Toda la noche Márquez controló con su jab la derecha volada por afuera del filipno con la que había hecho mucho daño a otros.
Luego cuando Pacquiao vino a buscar en el hierro cortó lo castigó y lo obligó a retroceder.
En losa saltos 7 y 8, Márquez y los mexicanos presentes se dieron cuenta de que podían ganar el combate.
En la antesala del combate se había advertido que el mexicano podía pagar un caro tributo por las libras que debió subir para dar el peso del combate, pero nada de eso pasó y el mexicano estuvo firme y competitivo toda la ruta.
Recién en el noveno pareció lo único que vimos del gran Pacquiao de otras noches.
Combinó, castigó y estuvo a punto de terminar el combate con una serie de combinaciones que hicieron dudar a Marquez por única vez en la noche.
Con los cartones parejos llegó el tercio final, en el que Márquez pareció más estático y Pacquiao pudo ganar el 10 y el 11 estrechamente.
El 12 fue parejo, acaso Marquez creía que ganaba y no fue a forzar; mientras Pacquiao dejaba en la retina de todos su eterna actitud de ir a agredir y marcar puntos que llegaban a la tarjeta de los jueces.
Márquez y Pacquiao habían chocado en dos combates anteriores que habían generado encendidas polémicas.
En 2004, el mexicano se repuso de tres caídas en el primer asalto y en un combate sangriento en las 128 libras, vino de atrás para ir a la distancia en una pelea que muchos le vieron ganar pero que los jueces calificaron de empate.
En 2008 volvieron a cruzarse, esa vez en las 132 libras, y tras 12 asaltos de lucha pareja en los que Márquez fue a la lona en el tercer giro, los jueces le dieron la victoria a Pacquiao por decisión dividida.
Las dos veces, Márquez denunció que lo habían robado; luego su vigencia boxística le entregó la oportunidad de un tercer combate que el mismo Pacquiao quiso para hacerle pagar al mexicano el irrespeto de haber dicho que nunca le había ganado.
Márquez se quedó con marca de (52-6-1, 38 nocáuts) y una bolsa de cinco millones de dólares -la mejor de su carrera profesional.
Ayer, está visto, no se ajustaron las cuentas sino que se agrandaron las discrepancias y desde ya Pacquiao ha dicho que está dispuesto a darle la revancha en la que sería una cuarta pelea entre dos enemigos con una rivalidad de leyenda.
La victoria le permite a Pacquiao retener su título mundial versión OMB en los pesos welters.
El tercer hombre sobre el cuadrilátero, Tony Weeks cumplió con un gran trabajo.
En camino Marquez-Pacquiao IV… o quizá ahora la estrella filipina esperará un posible enfrentamiento en el 2012 contra el acérrimo rival: Floyd Mayweather Jr.





