Sueños de niño, metas de hombre

José Ramírez, hijo de mexicanos, sólo piensa en los Juegos Olímpicos de Londres

ENTREVISTA

Va con la prisa propia de los que ya tienen al frente una meta. Habla apurado, como si le robara minutos a un reloj que hace tic-tac desde el fondo de su sensibilidad y le apura a cumplir con múltiples tareas.

Como cualquier hijo de familia inmigrante, José Ramírez fue cobijado y cuidado de cerca por sus padres que llegaron de México en busca de futuro y afincaron sus raíces en California, donde construyeron una familia.

Allí, cuando era niño, decidió ser boxeador, aunque ya traía por dentro el vértigo propio del deporte. La adrenalina del competidor nato.

“Corría, hacía atletismo y también jugaba beisbol de Ligas Pequeñas y soccer”, dice. “Hasta que un día mi padre vio que abrieron un gimnasio de boxeo en el pueblo y me llenó una aplicación. Empecé a boxear cuando tenía 7 años”.

Vive en Avenales, un pueblito -así lo expresa él- de California que está entre Los Ángeles y San Francisco.

Allí, en el gimnasio Kings Boxing Club, tiró sus primeros jabs José Ramírez, ahora, con apenas 19 años, es dueño de una carrera que le tiene en ruta de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

“Esa es mi meta. Integrar el equipo olímpico de Estados Unidos. He trabajado muy duro para esto y quiero ganar la medalla de oro”, afirma con la convicción propia de alguien que ha construido paso a paso una carrera en el boxeo aficionado tan respetable como lo hicieran una vez Shane “Sugar” Mosley y Óscar de la Hoya.

¿Cuántas victorias tienes en tu carrera?

“Creo que son aproximadamente 135 victorias en más o menos 143 combates”. Eso después de muchas horas de sacrificio y transpiración.

¿Cuándo es la próxima pelea en tu ruta a Londres 2012?

“Vamos a pelear en Colorado Springs para clasificar hacia un torneo Preolímpico en Brasil, de ahí los seis mejores van a los Olímpicos”.

Habla con el optimismo de un ganador, que tiene en su joven palmarés dos títulos nacionales en los pesos ligeros (132 lbs) y que cuenta las horas para subir al ring a ganar su boleto.

Confeso admirador de Óscar de la Hoya, Ramírez coincide con el “Golden Boy” en que también el nativo del Este de Los Ángeles empezó peleando en los ligeros.

¿Qué admiras de De la Hoya?

“Creo que De la Hoya fue un gran campeón no sólo como aficionado en los Juegos Olímpicos, sino también como profesional. Es un deportista exitoso que nunca se olvidó de su comunidad, eso es lo que más me gusta de él”.

Como tantos atletas a quienes los vaivenes de la vida los pusieron de este lado de la frontera, Ramírez compite por Estados Unidos, su país natal, pero lleva en su corazón a México.

“Mi madre es de Michoacán y mi padre criado en Mexicali”. Quizá más de una razón para sentirse un mero mero.

“Llevo sangre mexicana y tengo acento y sentimiento mexicano, es mi cultura, y cuando gane una medalla voy a pedir que suban la bandera de México junto a la de Estados Unidos”.

José Ramírez ama la tierra azteca y está listo para pelear por ella, pero admite que hace varios años que no va a México.

“Antes íbamos cada año para la Navidad, pero después todo se puso mal y hace varios años que no vamos”, reitera un hombre que es feliz con la comida mexicana.

“Como mole, enchiladas, pozole, menudo, carnitas, me encanta todo eso”, agrega.

Como si la cultura y la comida no le dieran ya una identidad, en sus gustos deportivos le va las Chivas: “Todos en mi familia somos chivas”, asegura.

¿Algún jugador que te guste cómo juega, que sea tu ídolo?

“Antes mi ídolo era Ramoncito Morales, siempre lo admiré mucho. Ahora apoyamos al ‘Chicharito’ Hernández”.

Disfruta el futbol y otros deportes, pero no se distrae de su carrera porque es lo que eligió para dedicarle su vida.

“Es duro entrenar, hay que hacer sacrificios, pero siempre hay algún estímulo. Que tanta gente se interese por mí, que me quieran hacer una entrevista, saber de mi futuro, eso me da estímulo. Es una motivación que tanta gente crea en mí, entonces, ¡cómo no voy a creer yo en mí!”.

¿Para cuándo tienes planeado dar el paso al profesionalismo?

“Me han dicho que ya estoy listo, pero eso será después de los Juegos Olímpicos, para esa época vamos a tomar una decisión”, señaló.

¿Ya te habrán visitado algunos buscadores de talentos?

“Sí. Los enviados de Top Rank me han hablado, me han ayudado, y Bob Arum me invitó a sus oficinas. También la gente de Golden Boy Promotions me ha tratado muy bien y mantenemos muy buenos contactos”.

Estudiante de Ingeniería de Computación de la Universidad de Fresno, José Ramírez mantiene su punto focal en los valores sociales y familiares.

“He parado un semestre porque estoy varios meses fuera por los compromisos del boxeo, pero espero tener una carrera profesional para cuando deje el boxeo”, concluye.

Admira a Salvador Sánchez [lo mira en You Tube] entre los peleadores legendarios de México: “Su energía y su dinámica eran muy buenos”, y cree que Manny Pacquiao es el mejor libra por libra de esta época.

Su entrenador y apoderado, Armando Mancinas, le exige y él responde con prontitud, gratitud y disciplina.

Es José Ramírez, un adolescente que le da vuelo a su sueño y apuesta duro por una medalla de oro en Londres 2012.

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