Republicanos están listos para primarias

Iowa celebra caucus el 3 de enero; sigue New Hampshire el 10

Ha habido muchos debates, encuestas y hasta escándalos hasta ahora en la contienda interna del Partido Republicano para definir quien se enfrentará al demócrata Barack Obama por la presidencia en noviembre., pero la realidad es que nada es definitivo hasta el pistoletazo de partida el próximo 3 de enero en Iowa.

Ese día, recién estrenado el año nuevo, los activistas del partido se reunirán en escuelas, iglesias y locales de todo tipo en las llamadas “Asambleas” (caucus) de Iowa, un estado rural del medio oeste del país y se repartirán en grupos dependiendo de a qué candidato favorecen. Algunos indecisos serán objeto del proselitismo de los representantes de las campañas allí presentes y podrán convencerse de apoyar a uno o a otro.

Es un sistema colorido aunque algo arcaico, apuntó el politólogo Costas Panagopulos de Fordham University. ¿Por qué continúan las asambleas de Iowa teniendo esta importancia en tiempos modernos? “Más que todo, por tradición”, indicó Panagopulos. “Así ha sido por décadas y así sigue siendo aunque hay quienes han intentado cambiarlo”.

Ganar las asambleas de Iowa no garantizan el triunfo de la candidatura. De hecho, los triunfadores en Iowa no siempre son los candidatos idóneos para capturar la presidencia en el otoño. “En las asambleas generalmente participa menos gente que en las elecciones regulares, y casi siempre son los más activistas del partido, los votantes más extremos. Así, en Iowa, los republicanos que participen en las asambleas serán los más conservadores”, dijo Panagopulos.

Unos días despúes de Iowa vienen las primarias de New Hampshire, un estado del noreste del país que tiene, por ley –está en su Constitución- las primeras votaciones del proceso primarista en el país.

Parte del atractivo de hacer las primeras votaciones en estos estados es el tamaño geográfico y el tipo de política que se practica allí tradicionalmente: puerta por puerta, los candidatos pasan meses visitando residentes en ambos estados, asistiendo a eventos comunitarios, concurriendo a restaurantes, dando apretones de mano y cargando bebés: típico proselitismo político de vieja guardia. “Es un tipo de campaña que no se hace en otros estados mucho más grandes donde es literalmente imposible para cualquier candidato conocer a muchos votantes y hacer ese trabajo puerta por puerta”, dijo Sherry Bebitch Jeffe, profesora de USC y analista política.

El chiste político de rigor es que la gente de Iowa y New Hampshire, aunque disfruta el beneficio económico de todo lo que gastan los candidatos y la atención de su deporte favorito –la política- terminan cansados de encontrarse a candidatos presidenciales a cada rato en la puerta de su casa y en el café de la esquina.

Muchas veces, los candidatos más moderados políticamente –no del extremo ideológico- usan a New Hampshire como trampolín para sus campañas, dado el alto nivel socioeconómico y de educación de los votantes de allí, típico de la zona de Nueva Inglaterra. Por ejemplo, en esta ocasión, Mitt Romney y John Huntsman han centrado sus esperanzas en New Hampshire.

En 2008 Mc Cain hizo lo propio, ignorando prácticamente Iowa, donde triunfó Mike Huckabee, un favorito de los grupos cristianos con una campaña más bien guerrillera. McCain terminó por ganar la nominación, particularmente después de un triunfo contundente en Florida.

Por otra parte, quienes ignoran a Iowa y New Hampshire pensando que no hacen falta en favor de estados más grandes que votan luego, se arriesga a no despegar: así pasó con Rudy Giuliani en 2008. Giuliani apostó todo en Florida y perdió.

También hay desventajas en este sistema: la tradición de Iowa y New Hampshire y la influencia que tienen en el resto de las primarias que siguen después, puede parecer injusta porque estos estados no son nada representativos, demográficamente hablando, del resto de los Estados Unidos.

De hecho, el Censo de 2010 apunta que Iowa es 88.7% blancos no hispanos y sólo 5% hispano, 1.7% asiático y 2.9% afroamericano. New Hampshire es más homogéneo aún, si cabe decirlo: 92.3% blancos no hispanos, 2.2% asiáticos y 1.1% afroamericanos.

En contraste, estados como California, el más diverso de la nación e importante por el peso de sus delegados, no sostendrá su primaria hasta junio, perdiendo buena parte de su influencia.

“En este caso vemos como el sistema tradicional no ofrece una voz fuerte, al menos inicialmente, al voto latino y asiático”, dijo el profesor de Ciencias Políticas Shawn Bowler, de la Universidad de California en Riverside. “La voz que se escuchará más fuerte es la de la población blanca”.

Hay quienes han insistido en colocar en el calendario estados de gran diversidad o representativos de la diversidad del país, inmediatamente después de esas dos primeras fechas. Este año, precisamente, siguen Carolina del Sur el 21 de enero –de gran población afroamericana, aunque esta no tiene mucho protagonismo en la primaria republicana, Florida el 31 y Nevada el 4 de febrero, estados de gran población latina.

Fechas primaristas

Iowa : 3 de enero

New Hampshire: 7 de enero

Carolina del Sur: 21 de enero

Florida: 31 de enero

Nevada: 4 de febrero

Súper Martes (13 estados): 6 de marzo

California: 5 de junio

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