Año cargado con ‘Dinamita’

Márquez, 'Canelo', JC., 'Terrible', 'Travieso' y Cotto, de lo mejor en los últimos 12 meses

Juan Manuel Márquez

Juan Manuel Márquez Crédito: MEXSPORT

Año gris. Sin brillo. Con los grandes protagonistas lejos del aplauso y con el boxeo sumergido en un bache del que solo se salva un puñado de buenos combates y nada más.

Sin embargo, volvió a ser Juan Manuel Márquez el mejor boxeador mexicano. Peleó dos veces. Primero en Cancún, donde derrotó a Likar Ramos, en lo que fue un ejercicio en las 140 libras camino a su cita con Pacquiao en noviembre, donde perdió por decisión, aunque a la afición le quedó toda la sensación de que el resultado pudo ser empate.

Incluso pudo ganar el “Dinamita”, pero fue un exceso dar la victoria al ocho veces campeón mundial. El mismo Pacquiao admitió que, por lo cerrado del combate, podrían enfrentarse una cuarta vez.

Una extraña manera de hacer prestigio y millones la de Márquez, pierde y se hace más grande camino de los 39 años. Igual mantiene su título de las 135 libras.

En esa pelea no se vio al Manny Pacquiao demoledor de otras veces, y el año que se va nos deja los primeros signos de declive de un campeón inigualable y un fenómeno de taquilla sin parangón.

Otra vez nos quedamos sin la Mayweather-Pacquiao en un año en el que el genial zurdo filipino empezó a hablar de su retiro y en el que puso cuenta regresiva a su adiós.

Fueron dos salidas en Las Vegas en las que el “Pacman” volvió a agotar el papel en la taquilla, pero en las que también se quedó sin redondear una faena de las antes.

En mayo se impuso muy fácil a un apocado Shane Mosley, que fue al ring a que no lo noquearan, y a sus 39 años básicamente quedó listo para decir adiós al boxeo.

Se va el 2011, año en el que Floyd Mayweather volvió a evitar el cruce con el filipino y en cambio enfrentó a un inexperto Víctor “Vicious” Ortiz, al que noqueó de manera reglamentaria, pero sucia, en una noche oscura para el box.

Otros de élite. “Maravilla” Martínez, que pasó sobre Serhiy Dzinziruk por KO en ocho asaltos, y sobre Darren Barker en el undécimo, este año parece que tendrá la oportunidad ante JC Jr.

El “Canelo” Álvarez y Julio César Chávez Jr. se coronaron en Los Ángeles. El tapatío, en un combate que dominó ante Matthew Hatton, ganó el fajín CMB de las 154 libras, mientras que Chávez Jr. se agenció, en una decisión polémica ante Sebastian Zbik en las 160 libras, el del CMB.

Se asomaron con fuerza los más publicitados valores jóvenes del boxeo azteca, aunque fueron tres veteranos los que se quedaron con los titulares.

Jorge “Travieso” Arce se convirtió en el primer púgil mexicano en ganar cuatro fajas mundiales (y una más interina), mientras un guerrero de mil batallas como Érik “Terrible” Morales confirmó su regreso para derrotar a un desconocido Pablo César Cano y reclamar un título vacante en la misma velada del desaguisado Mayweather-Ortiz, mientras “Canelo”, esa misma noche en Los Ángeles, defendía su título con un nocaut técnico sobre Alfonso Gómez en el Staples Center.

Así Morales llegó a cuatro títulos mundiales y se encamina a buscar alguno más en las 140 libras.

No hay mucho de dónde elegir, pero los radares se han quedado en el combate vibrante sangriento y espectacular entre Amir Khan y Lamont Patterson, en el que éste último despojó de sus dos títulos mundiales al discípulo de Golden Boy Promotions por decisión dividida, después de que a Khan le redujeran dos puntos por empujar de manera ilegal.

Ésa fue la diferencia con la que habría retenido el título. Se viene la revancha reclamada por GBP y vuelve a ser promesa de peleón.

La otra pelea importante la fraguaron Pacquiao-Márquez en su tercera batalla, un verdadero manual de arte boxístico del mexicano que volvió a probar dos cosas: la primera, que sabe, como nadie, controlar la arremetida ofensiva de Pacquiao y la segunda, que para manejarse con todas esas precauciones defensivas, se queda sin cómo cerrar los combates y de nuevo los jueces lo vieron perdedor.

Acaso la pelea más esperada del año haya sido Cotto- Margarito II. Era ajuste de cuentas y por más de una razón.

Cotto llevó a Margarito a su “gallinero” del Madison Square Garden y, allí frente a su público, le dio una paliza.

El tijuanense, quien estuvo a punto de no ser autorizado para pelear por problemas en su ojo derecho lastimado, volvió a batallar de manera desordenada, a puro corazón, y el médico ordenó parar el combate al cierre del noveno asalto.

Alfredo el “Perro” Angulo, visto por muchos como el mejor peso en 154 libras de todo México y valorado aun por encima del “Canelo” Álvarez por un sector de la crítica, escribió tal vez la peor historia de decepción en este año.

El nativo de Mexicali debutaba en México ante James Kirkland y, en el mismo primer asalto, lo tiró a la lona y fue sobre él para liquidarlo. Mala noticia. El “Perro” no mordió y en seguida fue él a la lona.

Entonces el zurdo texano, quien se hace llamar “Mandingo Warrior”, y que además de valiente es tremendo peleador, manejó el trámite del combate, castigó a Angulo a placer y lo noqueó, vía (KOT) en seis asaltos.

Kirkland, entrenado por su novia, se mete en todas las agendas para grandes carteleras del 2012, y Angulo deberá trabajar mucho para retomar su confianza.

Otro año sin nada que destacar en los pesos pesados, después de que el británico David Haye, promesa de muchas cosas buenas, sucumbió ante el boxeo robótico de Vladimir Klitschko.

El otro Klitschko, Vitaly -el mayor de los dos, ya con 40 años-, venció a Tomasz Adamek y al cubano Odlanier Solís.

Sin un solo boxeador importante que venda las carteleras, la categoría de los mastodontes sigue sin regreso posible en el mercado estadounidense, y es dominada por los rusos en carteleras con combates opacos y sin calidad en plazas europeas.

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