Refuerzos para dos distritos violentos Chicago
El plan es saturar con policías las calles de Englewood y Harrison, encarcelar pandilleros y cerrar los mercados de drogas en las zonas sur y oeste
Chicago.- La policía anunció el refuerzo de recursos en los dos distritos más violentos de Chicago, en una nueva iniciativa contra pandillas como los Latin Disciples y traficantes de drogas responsables de una cuarta parte de los homicidios y tiroteos que ocurren en la ciudad.
“El crimen no respeta fronteras y nuestra meta es enfocarnos en las áreas más violentas de nuestras comunidades”, dijo el superintendente de la policía Garry McCarthy este lunes en conferencia de prensa.
Junto al alcalde Rahm Emanuel, anunció además que el séptimo distrito policial (Englewood) tendrá un nuevo comandante, Leo Schmitz, quien estaba encargado de la división que combate las pandillas.
En el séptimo y undécimo distrito, que serán reforzados con elementos de unidades especializadas, ocurrió el 25% de los homicidios y tiroteos del año pasado, y un tercio de los incidentes reportados en las primeras dos semanas de enero.
“Tenemos que trabajar juntos para recuperar la seguridad de nuestros barrios, con una visión de corto y largo plazo”, dijo McCarthy.
El superintendente destacó que Schmitz, el nuevo comandante del séptimo distrito, ha trabajado durante 26 años en el Departamento de Policía de Chicago, y es muy respetado por su conocimiento sobre táctica y “de lo que sucede en las calles”.
Según lo informado, el plan es saturar con policías las calles de Englewood y Harrison, encarcelar pandilleros y cerrar sistemáticamente los mercados de drogas existentes en las zonas sur y oeste de Chicago.
“Con ayuda de una red comunitaria y recursos oficiales vamos a limpiar permanentemente esa zonas”, afirmó McCarthy.
Las iniciativas de reducción de la violencia no son novedad en estos dos distritos, donde la municipalidad ha probado fórmulas de todo tipo para tratar de detener las muertes provocadas por pandilleros.
“Tenemos que dejar de pensar que no importa, porque los crímenes ocurren lejos del centro de la ciudad. Sí importa y no vamos a desistir”, dijo por su parte el alcalde Rahm Emanuel.
“Vamos a desplegar agresivamente nuestros recursos en las zonas donde se necesitan más”, agregó.
El superintendente McCarthy dijo que la policía quiere poner sobre aviso a las pandillas “para que sepan que la próxima vez que uno de sus miembros se involucre en un incidente violento, caerá sobre ellos toda la fuerza de la ley”.
No aclaró si hará lo mismo que su antecesor, Jody Weis, quien fue criticado por mantener reuniones con pandilleros del oeste de la ciudad, a quienes les ofreció ayuda para conseguir trabajo si evitaban la violencia.