Manifestación en Oakland

Marcha el sábado termina en enfrentamiento con policía; más de 400 arrestados

La policía ayer en la Alcaldía de Oakland.

La policía ayer en la Alcaldía de Oakland. Crédito: AP

OAKLAND, California

.— Hacía varias semanas que las protestas habían menguado y solo un puñado de personas salia a las calles de Oakland para realizar marchas esporádicas que poco se asemejaban a las manifestaciones organizadas por el movimiento Occupy, las que tuvieron lugar el pasado otoño y acapararon la atención de los medios.

Después llegó el sábado, que comenzó siendo un día bastante tranquilo, con una concentración a mediodía en la Alcaldia y una marcha. Pero horas más tarde se observó un cambio drástico en la atmósfera cerca del centro de Oakland: enfrentamientos con lanzamiento de piedras y botellas por parte de los manifestantes y descargas de gas lacrimógeno de la policía, además de un robo que dejó vitrinas hechas añicos, graffiti en las paredes y una bandera estadounidense quemada.

Más de 400 personas fueron arrestadas por cargos que variaron desde negarse a dispersarse a vandalismo, informó el portavoz de la policía, el sargento Jeff Thomason.

Al menos tres agentes y un manifestante padecieron lesiones.

Ayer las autoridades de Oakland se comprometieron a estar listas en caso de que los manifestantes del movimiento Occupy intentaran montar otra manifestación a gran escala. Mientras tanto, los manifestantes condenaron las tácticas policiales del sábado, calificándolas de ilegales y amenazaron con entablar una demanda judicial.

La alcaldesa Jean Quan inspeccionó en persona los daños causados por las docenas de personas que ingresaron a la Alcaldía. Dijo que deseaba obtener una orden judicial para mantener lejos de Oakland a los manifestantes del movimiento Occupy que hubiesen sido arrestados en reiteradas ocasiones. Oakland, que atraviesa dificultades económicas, ha sufrido varias manifestaciones que le han costado unos 5 millones de dólares.

Quan le pidió al movimiento con una estructura organizativa leve que “dejara de usar a Oakland como una plaza de juegos”.

“Las personas de la comunidad y del movimiento Occupy deben dejar de inventar excusas para esta conducta”, dijo.

Las manifestaciones del sábado, las más turbulentas desde que la policía de Oakland se vio obligada a desmantelar un campamento de “indignados” en noviembre, tuvo lugar días después de que el grupo anunciara una nueva serie de medidas. El grupo dijo que pensaba usar un edificio vacío como centro social y sede política, y amenazó con intentar cerrar el Puerto de Oakland por tercera vez, ocupar el aeropuerto y tomar el control de la Alcaldía.

Luego de los arrestos masivos, el Comité de los Medios de Comunicación del Movimiento Occupy Oakland criticó la conducta de la policía, afirmando que la mayoría de los arrestos se hicieron en forma ilegal, ya que la policía no permitió que los manifestantes se dispersaran. Amenazó con tomar medidas legales.

“En oposición a su propia política, el Departamento de Policía de Oakland (OPD, en inglés) no dio opción a los manifestantes para que se retiraran ni les brindó instrucciones sobre cómo abandonar el lugar. Estos arrestos son completamente ilegales y probablemente tengan como resultado otra demanda colectiva contra OPD”, se afirmó en una declaración del grupo.

El subjefe de policía Jeff Israel informó a los periodistas a última hora del sábado que los manifestantes se habían congregado ilegalmente y que la policía les dio varias advertencias en forma oral para que se dispersaran.

“Estas personas se congregaron con el objetivo de ingresar ilegalmente a un edificio que no les pertenece y atacar a la policía”, señaló Israel. “No era un grupo pacífico”.

A comienzos de este mes, un supervisor nombrado por un tribunal presentó un informe ante el juez federal en el que manifestaba “inquietudes graves” sobre la forma en que el departamento había manejado las manifestaciones del movimiento Occupy. Las autoridades de la policía afirman que estuvieron en “contacto cercano” con el supervisor federal durante las protestas.

El movimiento nacional Occupy Wall Street, que denuncia los excesos corporativos y la inequidad económica, surgió en la Ciudad de Nueva York el otoño pasado y ha permanecido en un estado bastante latente en los últimos tiempos. Oakland, Nueva York y Los Ángeles fueron algunas de las ciudades donde se organizaron las primeras protestas más grandes y de mayor trascendencia del movimiento Occupy. Las manifestaciones disminuyeron después de que esas ciudades usaran la fuerza para retirar a cientos de manifestantes que se habían instalado en campamentos.

El activismo social y los disturbios cívicos forman parte desde hace mucho tiempo de Oakland, una ciudad con sus dificultades y casi 400,000 habitantes ubicada al otro lado de la bahía de San Francisco. Acuciada por la pobreza, el crimen y décadas de relaciones tensas entre la policía y la comunidad, sus calles han presenciado muchos enfrentamientos entre los agentes y los manifestantes, incluyendo las protestas contra el reclutamiento militar en la década de 1960, que llegó a la ciudad difundido desde la vecina ciudad de Berkeley.

Previo a que el movimiento Occupy generara violencia, arrestos masivos y dos cierres del Puerto de Oakland, la ciudad se había visto afectada por una serie de manifestaciones con frecuencia violentas a causa de la muerte de un hombre afroamericano que no se encontraba armado, llamado Oscar Grant, a manos de un agente de raza blanca de Bay Area Rapid Transit, que tuvo lugar el día de Año Nuevo de 2009.

Los manifestantes del movimiento Occupy invocaron la memoria de Grant, refiriéndose a la plaza del centro de la ciudad que lleva el nombre de Frank Owaga, primer concejal asiáticoamericano de la ciudad, y rebautizaron el espacio donde se habían establecido con tiendas de campaña como Oscar Grant Plaza.

La policía mantuvo la guardia de la Alcaldía durante la noche y docenas de agentes se encontraban apostadas en el lugar durante el domingo.

“Nunca pudieron ocupar un edificio excepto la Alcaldía”, informó el domingo el jefe de policía interino Howard Jordan. “Sospechamos que intentarán volver al centro de convenciones. Pero no podrán ingresar”.

Las autoridades de la ciudad afirmaron que recurrirán al pedido de ayuda mutua de otras jurisdicciones policiales, de ser necesarios.

Quan, que se enfrenta a dos intentos en busca de su destitución, ha sido criticada por medidas policiales previas en las que se usó gas lacrimógeno, aunque dijo que no había estado informada de dichos planes. El sábado, consideró que la respuesta de la policía fue medida, y agregó que se había agotado su paciencia con estas protestas costosas y perjudiciales.

También señaló que espera que los fiscales busquen obtener una orden para mantener alejados a los manifestantes que ya han sido arrestados en múltiples ocasiones.

“Parece ser que la mayoría de ellos provienen de otros lugares fuera de Oakland”, dijo Quan. “Creo que muchos jóvenes que se acercan a estas manifestaciones piensan que están siendo revolucionarios, cuando en realidad lo que están haciendo es perjudicar a las personas que dicen estar representando”.

Los eventos del sábado comenzaron cuando un grupo se congregó fuera de la Municipalidad y marchó por las calles, interfiriendo con el tránsito mientras amenazaban con tomar control del centro de convenciones.

Los manifestantes luego caminaron hacia el centro de convenciones, donde algunos comenzaron a derribar la cerca perimetral y “destruir maquinaria de construcción” poco antes de las 3 p.m., informó la policía. La cantidad de manifestantes incrementó con el transcurso del día, y los cálculos de la tarde estiman la presencia de hasta 2,000 personas, aunque los líderes de la ciudad señalan que esa cifra es mucho más cercana a varias centenas.

La mayoría de los arrestos tuvieron lugar después de que la policía detuviera a una veintena de personas que se encontraban marchando por el centro de la ciudad, y algunos ingresaron a un edificio de YMCA, informó Thomason.

Michael Davis, de 32 años, originalmente de Ohio y miembro del movimiento Occupy en Cincinnati, señaló el domingo que el sábado fue un día caótico que comenzó calmo pero que la tensión empezó a escalar cuando la policía comenzó a usar “granadas de aturdimiento, gas lacrimógeno, granadas de humo y bolsas rellenas”.

“Lo que podría haberse manejado de forma diferente es la manera en que la policía de Oakland vino por nosotros”, dijo Davis. “Estábamos manifestando en forma pacífica”.

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