De ‘chica’ a ‘mujer Bond’

BUCKINGHAMSHIRE, Inglaterra.- La historia de cómo Bérenice Marlohe se convirtió en la nueva Chica Bond –o como las llaman ahora, Mujer Bond– es difícil de creer, por lo fácil que es, especialmente explicado en boca de ella misma, sentada frente a un puñado de periodistas reunidos en los estudios Pinewood ingleses hace unas semanas, evento en el que participó ¡holaLA!.

“Fui a Los Ángeles y me enteré de que iba a haber una audición para la película”, detalló al hablar de su contratación para Skyfall, la nueva aventura del agente 007. “Regresé a París e hice todo lo que pude para enviar mi cinta de [audición de] video. Logré el email del director de ‘casting’ [reparto] , se la envié y así empezó todo. Tuve mi primera audición en París y la segunda, con Daniel Craig, en Londres”.

Así de sencillo.

Marlohe, que el próximo día 19 cumplirá 33 años, lo contó todo con su seductor acento francés (nació en París), luciendo un largo vestido ceñido a una figura que enaltece sus 5’9″ de altura.

En Skyfall, la actriz da vida a la enigmática Sévérine, una femme fatale que se encargará de que Bond se deje ensimismar por la mujer equivocada.

007 también está acompañado en esta ocasión de la actriz inglesa Naomie Harris (Pirates of the Caribbean: Dead Man’s Chest), quien tiene a su cargo el rol de la “Mujer Bond” asistente del agente, a quien vuelve a dar vida, por tercera vez, Daniel Craig (el villano es el español Javier Bardem).

En palabras de Marlohe, que gesticula constantemente a través de sus largos dedos, Sévérine “tiene glamour y es enigmática. Quise crear un personaje que no fuera obvio. Es lo que ha hecho Daniel con el personaje de Bond: se pueden ver en él muchas caras. Eso le da sustancia al personaje. Así es como yo veo al mío”.

“Las chicas Bond son siempre muy atractivas. Y necesitan protección. Y no hay nada malo en ello. Pero la evolución natural de nuestros tiempos es inevitable”, prosiguió al hablar de la sucesión de actrices que han acompañado al agente con licencia para matar desde su debut en las pantallas, hace 50 años, en Dr. No.

“Daniel ha creado un Bond moderno, con su propia personalidad. Y eso es lo que he querido hacer también con Sévérine. La veo como un personaje único, más que una ‘chica Bond’. Trabajé en el personaje para crear algo carismático y con sustancia en la pantalla, más [allá] de lo que las chicas Bond de antes han hecho…”.

“Quise inspirarme en el espíritu de Bond más que en determinadas chicas Bond”, prosiguió. “Refresqué mi mente con el perfume de las películas [precedentes]. Y luego creé [mi personaje] a partir de eso”.

Para Marlohe, “Daniel ha aportado complejidad al personaje”, afirmó. “Christopher Walken es mi actor favorito. Él es la definición de carisma: es un cuarto animal, un cuarto extraterrestre, un cuarto mujer y un cuarto hombre. Algo extraño pasa, misterioso, y es entonces cuando lo quieres ver. Daniel ha hecho un muy buen trabajo con Bond. Lo ha dotado de muchos colores. A veces es como un robot, a veces te da miedo, a veces es humano, sensible, con sentido del humor… Ha hecho del personaje alguien vivo, alguien que queremos ver en la pantalla”.

Skyfall, que está a punto de concluir su rodaje, con vistas a su estreno mundial a finales de octubre en Londres, cuenta con la presencia tras las cámaras del director ganador del Oscar, Sam Mendes (American Beauty, The Road to Perdition).

“El talento llega con simplicidad y humildad. Y Sam tiene ambos”, detalló Bérénice Marlohe al describir al cineasta. “Para mí eso es importante, porque su humanidad te relaja y eso te hace mejor. Todo es fácil y fluido a su alrededor”.

Esta es la primera ocasión en la que la intérprete –que hasta la fecha solo había intervenido en diversas series de televisión galas, además del filme L’art de séduire (2011)– ha trabajado en un idioma que no es el suyo.

“Lo que me gusta de trabajar en inglés es que te da libertad”, comentó. “No es mi lenguaje, por lo que puedes escapar de la trampa de tus propias palabras. Pero a veces, algunas palabras no tienen significado. Y eso te obliga a regresar a tu propio idioma. A veces es complicado. Pero me gusta. Me encanta actuar en otro idioma que no es el mío”.

Marlohe y Javier Bardem son los dos lados siniestros de Skyfall. La actriz reconoce, sin revelar nada del argumento, que “sí, tengo varias escenas con [Javier], pero no puedo decir nada más… Él es muy carismático. Tener la oportunidad de actuar junto a alguien como él es increíble, porque hasta ahora no había tenido la ocasión de hacerlo. Es un desafío, porque su presencia en la pantalla es sustanciosa, y eso supone un verdadero desafío para mí”.

Marlohe está preparada para la fama que le viene encima con motivo de su participación en Skyfall. La popularidad es algo que “estoy descubriendo poco a poco”, aseveró. “Lo más sorprendente es que yo sigo siendo la misma, trabajando como siempre, tratando de mejorar y avanzar; pero es en los demás, en la mirada de aquellos que me rodean, cuando veo que las cosas están cambiando. Es extraño”.

“Pero también sé que no estoy aquí por accidente. Ha sido un largo camino de muchos años, siendo apasionada por el arte. He llegado aquí de forma normal y pacífica. Pero sí, hay miradas de gente que conozco que ahora cambian”.