Aprender la sana competencia

Una lucha leal, bajo principios y reglamentos que hay que respetar y tener siempre presentes, impulsa el crecimiento de todos los participantes.

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Crédito: Ciro César / La Opinión

“Un hombre competente es un hombre que se equivoca según las reglas”

Paul Ambroise Valéry

La competencia es un concepto que se escucha con mucha frecuencia dentro de un equipo de fútbol y, sin duda la concepción que se tenga sobre ella puede definir el éxito o el fracaso de una empresa, un proyecto o el proceso de trabajo que piense establecer un equipo, sea cual sea su naturaleza.

Hablemos del significado que tiene dentro de un equipo de fútbol, no importa que sea amateur o profesional, y después intentemos trasladarlo a situaciones de la vida cotidiana. Como saben, dentro de una cancha sólo pueden estar 11 jugadores, los cuales se deciden a criterio y visión del entrenador, pero también están los que ocupan banca y algunos otros que ven el juego desde la tribuna. Un conjunto está conformado por alrededor de 25 persona con la misma finalidad: Ser titulares y jugar todos los partidos.

Como esto no es posible, ya que casi siempre hay uno o dos jugadores que por su posición tienen que disputar entre ellos la titularidad. Convertir esta competencia en algo positivo, implica tener conciencia que el fútbol es un juego de equipo y es de vital importancia generar un buen ambiente de trabajo que motive a todos a esforzarse al máximo, esto implica luchar y afanarse con toda la fuerza para lograr la meta.

Siempre beneficiará tener a dos o más jugadores intentando ganar un sitio, y en lo particular, ayudará a que cada uno tenga mayores deseos por entrenar, mejorar, mantener y optimizar sus virtudes. Cuando se logra entender esto y no se quita la vista del objetivo trazado, es cuando se está más cerca de ser campeón.

Si esto los trasladamos al trabajo, a un salón de clases o a un negocio, seguro toma tintes distintos pero la esencia se mantiene. El hecho de decir promover una sana competencia, contempla una lucha leal, bajo principios y reglamentos que hay que respetar y tener siempre presentes, pero que impulsan el crecimiento de todos los participantes.

Cualquiera que sea el medio donde nos desenvolvamos, esto implica una disputa tanto en primera instancia, con uno mismo, ya que se requiere el intento diario de superación personal para que superemos las propias limitaciones y desarrollemos nuestros talentos y virtudes. Cuando estamos en esta labor, es más fácil canalizar los esfuerzos para lograr las más anheladas metas.

Hay que tener claro que habrá momentos de decepción, de dudas, periodos en los cuales las cosas no salgan como se planearon o que simplemente, hubo alguien que logró el objetivo por que tuvo mayor capacidad que nosotros. Es ahí donde hay que mostrar carácter, levantarnos y volverlo a intentar, porque es la única fórmula que conozco para triunfar en la vida. Ser disciplinado, tener muy claro hasta y hacía donde queremos llegar, nos puede dar la tranquilidad necesaria para pensar bien las cosas, replantear la estrategia y tomar las mejores decisiones.

Si estamos en la búsqueda de crecer como seres humanos, como comunidad y como país, tenemos que promover y ser partícipes de ésta idea, inculcarla en nuestros hijos, para que de esta forma impulsemos el desarrollo que todos queremos y que tanto tiempo hemos buscado. El espíritu competitivo que tenemos los seres humanos, debe ser un motor que alimente la esperanza y nos motive a despertar cada día buscando oportunidades que nos hagan mejores personas.

*Joaquín Beltrán es ex jugador de la Primera División del fútbol mexicano.

Para ver:

Jerry Maguire, dirigida por Cameron Crowe (1996).

Colaboración de Fundación Teletón México

“Conocerte a ti mismo, esculpe tu carácter”.

Bojorge@teleton.org.mx

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