No hay vergüenza por derrota de los Lakers

La escena alrededor de la casa de los Lakers la noche del lunes tras la derrota frente a los Thunder que los eliminó de las finales fue todo lo opuesto a la celebración que surgió en Oklahoma City, donde se registraron hasta disparos que hirieron a espectadores.

Dentro del ESPN Zone en L.A. Live al cruzar la calle del Staples Center en el centro de Los Ángeles, los vítores de fanáticos angelinos se disminuyeron a puro silencio en el cuarto periodo, cuando aumentó la delantera de los Thunder de Oklahoma City.

Los fanáticos aceptaron la derrota por pizarra de 106-90, con silencio.

“Estamos deprimidos”, expresó George Castillo, de 26 años, en la barra del restaurante con cinco amigos. “Estoy a punto de subirme al mostrador y saltar. Estoy a punto de ir al baño y ahogarme”, dijo, poniendo su cara en las manos.

Su amigo, George Rangel, de 27 años y también residente de Los Ángeles, agregó: “Pensé que podríamos haber sido más eficaces. Tomamos un poco más por la perdida, y supongo que iremos a casa a continuar a tomar”.

Los fanáticos de los Lakers, que han ganado 16 títulos, “están acostumbrados a los campeonatos”, indicó Jeff Fellenzer, un profesor de la Escuela Annenberg de Comunicaciones y Periodismo de la Universidad del Sur de California (USC) y presentador del evento de la Lakers Youth Foundation en el ESPN Zone para recaudar fondos.

“Algo menos de un campeonato se siente vacío”, continuó el profesor. Efectivamente, a los oro-púrpura les falta solo un campeonato para igualar a los Celtics de Boston con el mayor número de títulos, y el equipo local ha tenido jugadores legendarios como Wilt Chamberlain, Jerry West, Kareem Abdul-Jabbar, Earvin “Magic” Johnson, y Shaquille O’Neal.

Pero hasta la gente que llegó a ver los Lakers perder, tal y como se esperaba porque la serie estaba 3 partidos a 1 a favor de los Thunder, no pudo criticar mucho a la estrella del equipo, Kobe Bryant, quien anotó 42 puntos mientras el resto del equipo sumó 48.

“No mereció esto”, admitió un fanático de los Celtics, Mario Jackson, de 31 años. “Si eres un fan del baloncesto, tienes que respetar su juego. Ver que no recibió la ayuda que necesitaba es triste”.

Un aficionado de los Thunder, Marc Raskolnivok, de 29 años, predijo que su equipo va a ganar el campeonato porque los jugadores principales, Russell Westbrook, Kevin Durant, y James Harden “juegan muy bien juntos, como un equipo”, a comparación a los Lakers, que se culparon los unos a los otros por perder partidos que tuvieron la oportunidad de ganar.

Sin embargo, Raskolnivok señaló que la próxima ronda en el oeste contra los Spurs de San Antonio, que vencieron a los Clippers de Los Ángeles el día anterior y no han perdido un solo partido en finales, serán “la gran prueba” para los Thunder.

Parecía que Jackson, Raskolnivok y otro par de amigos sentados juntos en una esquina del ESPN Zone eran los únicos que aplaudían la perdida de los Lakers, y los fanáticos solo respondieron con abucheos en respuesta.

“Los fans de los Lakers estuvieron cool, fueron realistas con la situación”, relató Ali Abbas, de 26 años y fanático de los Heat de Miami. “No temí por mi seguridad. Más bien estaba preocupado por los Thunder”, bromeó en referencia al golpe que recibió Harden de Metta World Peace de los Lakers antes de las finales.

Pero la ruidosa alegría de ese grupo molestó a fanáticos de los Lakers como Esteban Soto, de 41 años, quien llegó al ESPN Zone 45 minutos antes del comienzo y compró 70 dólares de boletos de rifa para jerseys y balones firmados por los Lakers.

“Estaba muy [molesto]. Esos güeyes no saben dónde están ni donde viven”, expresó Soto, de 41 años.

Se frustró más al oír el análisis después del partido en la gran pantalla del restaurante, donde se anunció que Pau Gasol y Andrew Bynum, las otros estrellas de los Lakers, anotaron 7 puntos juntos en la segunda mitad, cuando se alargó la ventaja de los Thunder.

“Gasol fue retado muchas veces y podría haber jugado más agresivamente, pero perdimos como un equipo, y me duele confesar que eso incluye a Bryant”, dijo Soto, vestido en un jersey de Kobe. “Pero el resultado final es que fue un año decente. Los fans reales están contentos, mientras que nunca pueden ser felices”.

Hasta Mike Hernández, un fan de los Thunder que se mudó de Oklahoma City a Los Ángeles hace siete meses, dijo que Los Ángeles ha sido muy afortunada con la tradición que los Lakers les ha traído.

“Oklahoma City es una ciudad muy pequeña, no hay nada para hacer ahí. Entonces cuando viene un equipo como los Lakers, todos se emocionan”, relató Hernández, de 27 años, antes de los reportes de que ocho personas resultaron heridas por disparos fuera del Chesapeake Energy Arena, donde se realizó el partido.

“Toda la gente quiere vencer a los Lakers”, continuó. “Es por la reputación que tienen, todos se los quieren quitar”.

De hecho, Fellenzer, quien enseña una clase de “Deportes, Negocios y Medios” en USC, dijo que la marca de los Lakers es “claramente la más popular en el Sur de California pero quizás también es la más fuerte entre todos los deportes profesionales”.

Dijo que estuvo impresionado con la pasión y energía de los fanáticos a pesar de las circunstancias, y que el evento para recaudar fondos superó las expectativas del Lakers Youth Foundation.

“Los fanáticos se quedaron hasta el fin para apoyar su equipo, y volverán el próximo año”, afirmó Fellenzer. “Los Lakers son parte de la alma de la ciudad”.