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Cóctel Margarita

Entre las varias historias del origen de esta popular bebida enEstados Unidos, se encuentra una hermosa mujer de descendencia latina

El origen del cóctel Margarita está ligado más que a una historia a una leyenda, o es mejor decir a varias leyendas; la más romántica, glamorosa y bella de las diferentes versiones sobre el nacimiento de ésta bebida de color del jade con la que dicen ¡salud! millones en el mundo, está ligada a su vez a otra leyenda, la de la musa latina del cine hollywoodense Rita Hayworth en la Tijuana de los años 30s, cuando en el Caliente Casino, el más prestigiado centro nocturno de T-J, deslumbró con su belleza y extraordinario baile y se llamaba, en ese entonces, Margarita Cansino.

El relato más completo dice que en los años de la prohibición de alcohol en Estados Unidos, 1919-1933, cruzando al sur de la frontera, floreció en Tijuana un ambiente nocturno de casinos, apuestas, espectáculos de cabaret y salones de juego -concepto de ciudad entretenimiento del que surgirían más tarde los casinos en Las Vegas y La Habana- a los que acudían por cientos, gente proveniente del Oeste y Sur de Estados Unidos a calmar su sed de apuestas y whiskey.

Una bulliciosa e incandescente tarde de esas, tocó ser parte del show del Caliente Casino a “The Dancing Cansinos”, un grupo de bailarines dirigido por Eduardo Cansino, afamado bailarín de aquella época, miembro de una estirpe de ‘bailaores’ de Sevilla, España, del cual sobresalía el carisma de una joven de singular belleza y negra melena que cautivó a la audiencia con la hipnótica y serpentina cadencia de su baile.

Margarita Carmen Cansino era menor de edad al iniciar la década de los años treinta, durante la época de la prohibición de alcohol en Estados Unidos, por ello estaba impedida por la ley de California a pisar un centro nocturno, por lo que viajó con su padre a Tijuana.

En el casino, el cantinero Memo, mejor conocido como “Willie” por su innumerable clientela americana, entre las que se contaban estrellas de Hollywood, se destacaba de los demás cantineros por su desparpajo y habilidad para servir (e inventar) tragos.

Willie hacía malabares sirviendo largos chorros de vino, cerveza y licores sin derramar el líquido. De inglés fluido y conocedor del gusto americano, jugaba a inventar tragos a sus clientes prendiéndoles fuego a las bebidas o construyendo cascadas con copas de champaña. Esa noche la audiencia del Caliente Casino quedó atrapada por el embrujo de la bailarina.

Aplausos y flores siguieron a la actuación de Margarita. La fascinación se apoderó de la atmósfera del casino. El apurado capitán de meseros acercándose a la barra, le urge a Willie crear un coctel en honor de la bailarina y enviarla a su mesa para que sus invitados brinden por su actuación.

De inmediato Willie improvisó mezclando triple seco, zumo de lima y tequila reposado, sirviéndolo sobre hielo en una copa escarchada con sal. Para hacerlo más atractivo, como toque final lo adornó con la cáscara de un limón. El cóctel Margarita había nacido.

El cóctel Margarita, o simplemente Margarita, cautivó el gusto de los americanos al punto de que es casi inconcebible una fiesta mexicana para turistas o invitados estadounidenses sin que se sirvan Margaritas. Ésta es una de las bebidas más populares en restaurantes de comida mexicana e internacional. Incluso en fechas cívicas mexicanas se organizan “Margaritas Party” en casas privadas.

La Margarita da un paso más en los años 70s cuando otro cantinero usa una máquina de hacer helados para crear las primeras margaritas congeladas. Poco después, y por si faltaran pretextos para beber Margaritas, en Estados Unidos se estableció el día 22 de febrero como el National Margarita Day, o Día Nacional de la Margarita.

Los colores, sabor y presentación de la Margarita ha evolucionado en las formas más variadas de la creatividad de los cantineros y para gustos extravagantes incluso, con margaritas congeladas o en las rocas que van de las clásicas de limón y fresa, a sabores cada vez más interesantes como la sandía, granada, toronja, mango, melón, chile, coco y aguacate.

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