Piden que vuelva a operar autobús de la calle 31

Debido a la ausencia del servicio de autobús sobre la calle 31, hay residentes que tardan hasta dos horas en llegar a sus centros de trabajo o estudio.

Residentes de barrios afectados y líderes comunitarios en la playa de la calle 31.

Residentes de barrios afectados y líderes comunitarios en la playa de la calle 31. Crédito: Foto: Belhú Sanabria

Chicago.- Aunque han pasado 15 años desde que la Autoridad de Tránsito de Chicago (CTA) eliminara la ruta del bus de la calle 31 porque determinó que había poca afluencia de usuarios, la necesidad de este servicio de transporte público aún persiste.

En días pasados, residentes de los barrios afectados y líderes comunitarios recorrieron en bicicleta el trayecto desde la organización Little Village Environmental Justice Organization (LVEJO) en La Villita y la playa de la calle 31, para pedir a la CTA que reinicie este servicio de bus.

Los barrios que se beneficiarían de esta ruta de autobús son McKinley Park, Bridgeport, Chinatown, Bronzeville y La Villita. Dichos vecindarios necesitan de un servicio de bus de este a oeste, desde Cícero hasta el lago Michigan y viceversa.

“En estas comunidades no existe el mismo acceso a transporte público como lo tienen las demás comunidades del lado norte de Chicago, dijo a La Raza Claudia Ayala, organizadora de la LVEJO.

“La gente del barrio de La Villita necesita ir al trabajo sin tener que tomar dos horas para llegar a su centro de labores”, agregó Ayala.

Ayala dijo que la CTA siempre les responde que aún no tienen dinero para poner en marcha la obra. Sin embargo, “sí tienen dinero para renovar las estaciones de las líneas de trenes”.

“La CTA sigue ignorando a la gente de La Villita, una comunidad que en su mayoría es mexicana y de bajos ingresos; es decir, la gente que más necesita el autobús, es la que se queda sin tener este servicio”.

El pasado 28 de mayo el senador estatal Martín Sandoval, presidente del Comité de Transporte del Senado de Illinois, presentó la resolución SR 795 ante el pleno del Senado. En ésta se pide a la CTA que otorgue prioridad de fondos para volver a poner en marcha el servicio de autobús de la calle 31.

“La comunidad de La Villita es vital para la economía de la Ciudad de los Vientos. La CTA y la ciudad de Chicago tienen que invertir en la infraestructura de transporte público de nuestra comunidad, con el fin de seguir disfrutando de todos los ingresos fiscales generados aquí”, enfatizó Sandoval en un comunicado.

LOS MÁS PERJUDICADOS

Paul Zickus es un veterano de guerra de Vietnam, que vive a media cuadra de la calle 31. Para él es incómodo avanzar con su silla de ruedas varias cuadras, para poder tomar una línea de bus accesible cada vez que le toca recibir su tratamiento médico.

“Muchos veteranos no manejan porque han quedado discapacitados después de venir de la guerra y necesitan movilizarse por medio del transporte público. Para las personas de la tercera edad es igual de necesario, más ahora que la gasolina es costosa”, comentó Zickus a La Raza.

Según Howard Ehrman, miembro de la mesa directiva de LVEJO, la secundaria Little Village Lawndale High School, en la calle 31 y la avenida Kostner, es la única escuela pública de Chicago que no cuenta con una ruta de autobús que sea de fácil acceso para los estudiantes.

“Esta situación es lamentable porque afecta a estudiantes hispanos y afroamericanos y con la crisis económica muchas más personas de nuestra comunidad van a depender del transporte público”, señaló Ehrman.

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